novenas - NOVENAS GRUPOS 14
 

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SIEMPRE CONFESARE QUE DIOS ES MI PADRE
MANUAL DE ORACION: COMO ORAR
SIGNIFICADO DE NOVENA
SiGNIFICADO DE NOVENA 2
LA MEDALLA MILAGROSA
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NOVENAS GRUPO 3
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NOVENAS GRUPO 49
NOVENAS GRUPO 50
NOVENAS GRUPO 51
NOVENAS GRUPO 52
CONCLUSIONES

Novena a la virgen de Covadonga

Es práctica común del pueblo cristiano preparar, durante nueve días, las grandes celebraciones del año litúrgico. También la novena es ocasión para acercarse a Dios por medio de María, por medio de los santos a fin de demandar de Dios algún favor: el que nos auxilie en tiempo oportuno.

La Novena de la Santina, en la vida de los cristianos de Asturias, es una ocasión entrañable para acercarse a la Madre de Jesús. Muchos suben a Covadonga con la ilusión de participar en la misma.
Vienen en grupos parroquiales o individualmente. Uno o varios días. Otros, aunque quisieran peregrinar al Santuario, diversas circunstancias se lo impiden. Esta novena pretende ser un momento de encuentro para todos los que queremos “Orar con la madre de Jesús”. Tiene una parte fija; otra es variable. Covadonga con la ilusión de participar en la misma.
Vienen en grupos parroquiales o individualmente. Uno o varios días. Otros, aunque quisieran peregrinar al Santuario, diversas circunstancias se lo impiden. Esta novena pretende ser un momento de encuentro para todos los que queremos “Orar con la madre de Jesús”. Tiene una parte fija; otra es variable

Parte fija para todos los días
1º En el nombre del Padre...
2º Nuestra esperanza es María, a ella acudimos pidiendo auxilio para vernos libres de nuestros males; ella nos so-corre. (Si se hace en grupo se puede cantar "Bendita la reina" que sustituirá la antífona anterior) Se puede ir rezado las cincuenta avemarías, según se encintra en la página 20.
3º Reflexión para cada día de la novena
4º Preces:
A cada petición digamos: Intercede por nosotros Madre del Señor.
• Ruega ¡oh María! por el Pueblo de Dios
• Protege al Papa
• Ayuda a nuestro Obispo
• Haz que haya paz entre los pueblos
• Conserva en el amor a los esposos
• Cuida de los que no tienen trabajo
• Que los jóvenes y los niños crezcan en sabiduría
• Protege a los pobres
• Consuela a los enfermos
• Haz que desterrados y emigrantes puedan volver a la Patria
• Sé alivio de los moribundos
• Intercede por los que han muerto

Pídase La gracia a alcanzar en esta novena
Se rezan tres avemarías con el:
V/. Madre mía de Covadonga
R/. Sálvanos y salva a España

Oración final
Ayúdanos, Señora y Madre nuestra, a vivir en comunión sincera, sabiéndonos Iglesia de Dios, hermanos de Cristo e hijos tuyos para dar testimonio de unidad y reavivar en nuestro pueblo la fe. Amén
Reflexión para cada día de la Novena

DIA PRIMERO

Gloria de la Santísima Trinidad

Del evangelio de san Lucas l, -49

E1 poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
Dios se da a conocer a los hombres mostrándoles su gloria, y la gloria de Dios es una expresión que se emplea en la Biblia para designar las grandes obras que el Altísimo hace en favor de los hombres, o sus manifestaciones prodigiosas. En Jesús, particularmente en su muerte y su resurrección, se manifiesta la gloria de Dios Padre y haciéndose obediente hasta la muerte y muerte en cruz, Cristo Jesús le glorifica. Este gesto de glorificación llega a los cristianos y la Virgen María es la primera en beneficiarse: llena del Espíritu Santo es hecha esposa de Dios Padre y madre de su Hijo Unigénito. En la Virgen todo es hermoso porque en ella se palpa la gloria de Dios. En la Virgen, al dar a luz al Salvador del mundo, la Santísima Trinidad se dignó revelar el esplendor de su gloria.


DIA SEGUNDO

Madre de los que son de Cristo

Del evangelio de san Juan 19, 25-2

Junto a la cruz de Jesús estaba su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María la Magdalena. Jesús al ver a su madre y cerca al discípulo a quien tanto quería, dijo su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Por la fe y el bautismo el cristiano es miembro del cuerpo místico de Cristo que es la Iglesia y ésta nace del costado de Jesús, nuevo Adán, “dormido” en el árbol de la cruz. A la Iglesia Jesús le di-ce como en otro tiempo Adán a Eva, “tú sí que eres hueso de mis huesos y carne de mi carne”. María es la Virgen madre del Señor y Jesús al nacer de María se ha hecho nuestro hermano; María es nuestra Madre porque nosotros somos, por el bautismo, miembros del Cuerpo de su Hijo. En la cruz la Virgen recibió de su Hijo Jesucristo un encargo maternal: ser madre de los que son de Cristo. A nosotros nos toca acogerla en la casa de nuestra vida.

DIA TERCERO

Fuente limpia de la fe

Del evangelio de san Lucas l, 39.4345

En aquel tiempo, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel... Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito... ¡Dichosa tu que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. La fe es un don de Dios y ésta brota de la predicación de la Palabra, Cómo van a creer, afirmará san Pablo, si nadie les predica. María es la mejor de las oyentes ya que puso su fe en la Palabra de Dios que escuchó de boca del ángel. La Palabra escuchada en ella se hizo carne. Jesús fruto bendito de su vientre, Palabra escuchada y creída, fue siempre para ella un gran misterio saboreado por medio de una meditación sosegada. La Virgen, fuente limpia de la fe, traza para nosotros un camino creyente.

DIA CUARTO

Virgen siempre orante

Del evangelio de san Lucas 1, 46-47

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
María es la Virgen siempre orante porque constantemente observa y medita la vida de su Hijo. De su corazón brotó un canto de alabanza cuan-do visitó a su prima Isabel. Ella, con el alma levantada hacia el Señor, le da gracias constantemente. Suplica a su Hijo Jesucristo, como en otro tiempo hizo en Caná de Galilea, que nunca falte al hombre la alegría que viene de Dios y que llega a nosotros por la muerte y resurrección de Jesús. Ella nos enseña a estar ante el Señor en una actitud de constante disponibilidad y obediencia, para que el Poderoso nos pueda rodear con los “brazos” de su ternura.

DIA QUINTO

Triunfadora del mal

Del libro de Judit 9, 10-11

Destruye, oh Señor, por medio de una mujer, su arrogancia. Porque tu poder no depende el número, ni del valor de los hombres tú fuerza. No hay mal mayor y peor que el pecado, y no hay victoria más grandiosa que la que se llevó a cabo en la cruz, dado que en ella el pecado fue derrotado por el amor de Jesús. En la cruz el Hijo de María se muestra como Señor que vence el pecado y la muerte por medio de su muerte y su posterior resurrección. Gracias a ellas, el Señor abre para nosotros el camino que lleva a la vida. Junto a Él, en el Calvario, está María ofreciéndose con su Hijo para la salvación del mundo. Ella, desde la cruz nos dice: “Venid y ved” a Jesús, consagrado por el Espíritu Santo, que es imagen visible del Dios que no se ve. “Venid y escuchad” a Jesús que es la Palabra y Sabiduría de Dios por medio del cual Dios Padre creó todas las cosas. “Venid y comed” a Jesús que es el Pan de la Vida que da vida al mundo

DIA SEXTO

Consuelo de Nuestra vida

Del evangelio de san Lucas 2, 15-17

Los pastores se decían los unos a los otros: vamos a Belén... y hallaron a María y a José y al niño echado en el pesebre. La vida del hombre está sujeta a muchas dificultades que en ocasiones son para él causa de sufrimiento. Dios Padre no es insensible a nuestro llanto y en Él hay un deseo de consolar. El consuelo de Dios es Cristo, nacido de la Virgen, que perdona nuestras culpas y cura nuestras enfermedades. Cristo es la cabeza de la Iglesia, y la Iglesia es la Ciudad Santa de Dios. María es imagen y figura de la Iglesia. En ella Dios Hijo se posó. La Iglesia nos da a Cristo por medio de los sacramentos, como en otro tiempo la Virgen nos lo dio en la pobreza de nuestra carne. La Iglesia y María consuelan al hombre dándole a Jesús, en quien encontramos la alegría y la paz que brotan de su resurrección. El constantemente nos dice: “los que estáis cansados y agobiados venid a mí”.


DIA SEPTIMO

Guía segura de la Iglesia

De los Hechos de los Apóstoles 1, 14

Todas ellos se dedicaban a la oración en común junto con algunas mujeres, entre ellas María la madre de Jesús. La Virgen María ha recorrido los caminos de la fe, que son de confianza y abandono en la Palabra de Dios, – que ella siempre acogió a modo de luz en el sendero de su vida –, y por ello goza ya ríe la gloria de Dios a cuya derecha está de pie, como reina preciosa. Asunta al cielo es para la Iglesia signo de esperanza segura. El paso del hombre por este mundo está llamado a terminar bien. En el regazo de Dios. La Iglesia, ansiosa de estar con Cristo, sigue los pasos de la Virgen a fin de llegar a la glorificación que le corresponde como cuerpo que es del Hijo de María. María es la estrella que anuncia el día y que, por ser este día ya todo de Dios, no conoce atardecer.



DIA OCTAVO

Estrella de la evangelización

De los Hechos de los Apóstoles 1, 8

Jesús les dijo: “Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo". El Señor encargó a sus discípulos una tarea: dar a conocer el evangelio. La evangelización es esencial en el hacer de la Iglesia, y ésta aparece ante el mundo como el recinto donde se vive la oración que brota del amor. El evangelio que se proclama se hace realidad en todo aquel que lo recibe con fe. María creyó en la encarnación del Hijo de Dios en su seno por obra del Espíritu Santo, tal como fue anunciado por el ángel; lo celebró con su canto; lo llevó en su seno a su prima Isabel, cuyo hijo saltó de gozo en sus entrañas al captar la presencia del Salvador. Creer, celebrar, anunciar a Jesucristo resucitado de entre los muertos, es el camino que la Virgen Madre ofrece a la Iglesia, y a cada uno de los que de ella formamos parte, a fin de que los hombres vengan a la fe.

DIA NOVENO

Comienzo de un mundo nuevo

Del libro del Apocalipsis 21, 1-2

Vi un cielo nuevo y una tierna nueva, porque el pómez cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo.
Todo aquel que cree en Jesús, hijo de María, como Salvador y Señor por medio de su muerte y de su resurrección, le llena de alegría el saber que la vida de los que son suyos por la fe y el bautismo no termina con la muerte, se transforma; sabe el cristiano que en la comunión eucarística que ha recibido a lo largo de su vida, ha comido la Vida que no acaba: Cristo Jesús. La Virgen, Madre del Señor, constantemente nos invita a que nos acerquemos a ella para que nos saciemos del fruto precioso de su vientre que es Jesucristo. En ella comienza un mundo nuevo porque llevó en su seno a Aquel que, por medio de su muerte y resurrección, todo lo hace nuevo.




NOVENA A LA VIRGEN DE ITATÍ

NUESTRA SEÑORA DE ITATÍ PATRONA DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES
INTRODUCCIÓN
HACEMOS CON PROFUNDA FE LA SEÑAL DE LA CRUZ.
ORACIÓN A LA VIRGEN DE ITATÍ
(SE REZA TODOS LOS DÍAS AL COMENZAR LA NOVENA) tiernísima madre de dios y de los hombres que, bajo de la advocación de la pura y limpia concepción de nuestra señora de Itatí, miraste con ojos de misericordia por mas de tres siglos a todos los que te han implorado, no deseches ahora las súplicas de tu hijo, que humildemente, recurre a ti. Atiende mis necesidades, que tu mejor que yo las conoces, y sobre todo, madre mía, concédeme un gran amor a
Tu divino hijo Jesús, y un corazón puro, humilde y prudente, paciencia en la vida, fortaleza en las tentaciones y consuelo en la muerte. Amén.
DÍA PRIMERO
¡Oh santísima virgen de Itatí!, te invocamos con fervor para que incrementes en nosotros una fe inquebrantable, y la firme esperanza de salvación eterna junto a Jesús, danos perseverancia en nuestro amor a dios y capacidad para difundir su mensaje entre nuestros hermanos. Amén.
DÍA SEGUNDO
madre nuestra, que con tu ternura cobijaste en tu pecho al divino niño Jesús, te suplicamos que protejas y bendigas a nuestra familia como así también a todos los niños, adolescentes y jóvenes, tan expuestos a los peligros, para que con tus cuidados de madre celestial, puedan crecer y transitar seguros por la vida. Amén.
DÍA TERCERO
Virgencita de Itatí, te rogamos que infundas en nuestra alma un profundo sentido de amor auténticamente cristiano, donde el espíritu de servicio, la humildad y el compromiso para con el hermano en desgracia, nos comprometan a extender nuestra mano fraternal al afligido, buscando consuelo en tu mirada. Amén.

DÍA CUARTO
¡oh santísima virgen!, escucha nuestra plegaria en que la dulzura de tu amor y las promesas de las bienaventuranzas nos consuelen en las horas de dolor e impotencia y nutran nuestros corazones con el remedio espiritual de la salvación eterna. Amén.
DÍA QUINTO
María, auxilio y protectora nuestra, haznos partícipes de la necesidad de amar a tu hijo, Jesús, nuestro señor, de comprender sus enseñanzas y de poder explicárselas a los que la ignoran, para poder compartir con ellos la felicidad de vivir en la verdad del evangelio. Amén.
DÍA SEXTO
Madre nuestra, ayúdanos a ser puros de corazón, que el pecado y las tentaciones no nos seduzcan, que podamos eliminar las vanidades y el egoísmo que nos acechan para que nuestra relación contigo sea mas limpia y sincera, así nuestro corazón se cobijará bajo tu manto. Amén.
DÍA SÉPTIMO
Virgencita de Itatí, refugio y esperanza de pobres y pecadores, extiende sobre nosotros tu protección maternal, tu que eres la mediadora entre dios y los hombres, intercede para que todos tus hijos, sin distinción de razas ni credos, vivan bajo tu amparo integrando la gran familia de cristo. Amén.
DÍA OCTAVO
Santísima virgen, te pedimos por los niños de nuestra patria, para que los protejas con tu amor maternal. Que la ignorancia, la explotación y el desamparo no los involucren ellos son la esperanza y necesitan de tu protección para que se desarrollen en el amor que tu hijo nos enseño. Amén.
DÍA NOVENO
Madre nuestra, te pedimos que desde Itatí, irradies hacia todo el país tu luz celestial para consuelo de los más necesitados, los que están sin trabajo, los enfermos y los desconsolados. Virgencita de Itatí, esperanza nuestra protégenos. Amén.





NOVENA A LA VIRGEN DE LA CANDELARIA
Historia
No hay acuerdo sobre el año de la aparición, pero la mayor opinión es que apareció en la desembocadura del barranco de Chimisay, parroquia de Güimar, 95 años antes de la conquista de Tenerife, es decir aparecería del 1400 al 1401. Fray Alonso de Espinosa escribió la historia en 1594.
Sobre la aparición: Iban dos pastores guanches a encerrar su ganado a las cuevas cuando notaron que el ganado se remolinaba y no quería entrar. Buscando la causa miraron hacia la embocadura del barranco y vieron sobre una peña, casi a la orilla del mar, la santa imagen la cual creyeron estar animada. Como estaba prohibido a los hombres hablar o acercarse a las mujeres en despoblado, le hicieron señas para que se retirase a fin de que pasase el ganado. Pero al querer ejecutar la acción, el brazo se le quedó yerto y sin movimiento. El otro pastor quiso herirla con su cuchillo. Pero en vez quedó herido el mismo. Asustados, huyeron los dos pastores a Chinguano, a la cueva-palacio del rey Acaymo, para referirle lo acontecido. El rey fue a ver con sus consejeros. Ella nada respondía pero nadie se atrevía a tocarla. El rey decidió que fuesen los mismos dos pastores ya heridos quienes la recogieran para llevarla al palacio. Ellos, al contacto con la imagen, quedaron sanados. El rey comprendió que aquella mujer con el niño en brazos era cosa sobrenatural. El mismo rey entonces quiso llevarla en sus brazos, pero después de un trecho, por el peso, necesitó pedir socorro. Es así que en lugar de la aparición hay hoy día una gran cruz y en el lugar donde el rey pidió socorro, un santuario a Nuestra Señora del Socorro.
La llevaron a una cueva cerca del palacio del rey hoy convertida en capilla. Mas tarde un joven llamado Antón, que había sido tomado como esclavo por los españoles y había logrado escapar y regresar a su isla, reconoció en la imagen milagrosa a la Virgen María. El, habiendo sido bautizado le relató al rey y a su corte la fe cristiana que el sostenía. Así llegaron a conocer a la Virgen María como "La Madre del sustentador del cielo y tierra" y la trasladaron a la cueva de Achbinico para veneración pública.
La imagen fue robada por los españoles pero devuelta tras una peste que ellos atribuyeron al robo sacrílego. Mas tarde, cuando los españoles conquistaron la isla, la devoción ya estaba allí arraigada. En 1526 se edificó el santuario por los muchos prodigios que Dios obraba por Nuestra Señora de la Candelaria.
De Las islas canarias la devoción se propagó a América. Hernán Cortés llevaba al cuello una medalla de esta imagen. En 1826 la imagen se perdió víctima de una inundación.
-Fue declarada Patrona Principal del Archipiélago Canario por decreto de la Sagrada Congregación de Ritos el día 12 de diciembre de 1867.

-Coronada canónicamente el 13 de octubre de 1889.

-La basílica actual (1-2-1959)


NOVENA DE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA


Oración preparatoria
Querida Virgen de la Candelaria: nos reunimos junto a ti. Traemos nuestra devoción y nuestro cariño. Acéptalo, Madre nuestra. Déjanos contemplar tus virtudes y enséñanos a imitarlas. Que nos parezcamos a ti cada día más, para agradar al Señor como tú lo hiciste y vivamos así, en paz y alegría y lleguemos luego a compartir contigo la dicha eterna de la gloria. Amén.
Letanías
Oración del día
Ahora pedimos a nuestra Virgen de la Candelaria la gracia de esta (1ª, 2ª,...) noche de la novena.
Diálogo.

- Oh, Virgen de la Candelaria, más que todas las criaturas bienaventuradas: te rogamos que hoy tu alma esté con nosotros para tributar nuestra adoración a Dios.
Pueblo: “Dios te salve, María”.
- Exalta, tierra entera, a nuestra amadísima Señora.
Pueblo: “Dios te salve, María”.
Apiádate, Señora, porque de cuantos en ti confían, tú eres el puerto de salvación.
Pueblo: “Dios te salve, María”.
- Líbranos, Señora, de todos los peligros, sobre todo de los temporales de viento y granizo y de la condenación eterna. Pueblo: “Dios te salve, María”.
- Oh, María, nuestra esperanza nuestro amparo y nuestro auxilio, muéstranos el camino a Jesús.
Pueblo: “Dios te salve, María”.
Oraciones de cada Día
Día primero.
Virgen Inmaculada de la Candelaria: tú que siendo purísima a los ojos de Dios, quisisteis ser purificada como los pecadores para enseñarnos la importancia de vivir en gracia de Dios: haz que también nosotros, a imitación tuya, procuremos dar la debida importancia a vivir limpios a los ojos de Dios, aunque debamos humillarnos para reconocer nuestros pecados en la confesión. Amén.
Día segundo.
Virgen Inmaculada de Candelaria, que estando llena de santidad te has presentado lo mismo al templo para cumplir con la Ley de Dios: haz que también nosotros, a imitación tuya, lleguemos a querer nuestro templo y considerarlo cada día más como lugar de nuestro acercamiento a Dios. Amén.
Día tercero.
Virgen Inmaculada de Candelaria: tú que no dudaste de poner a tu hijo Jesús en las manos de Simeón, sabiendo como rogaba en el templo por la gracia de ver al Redentor: haz que también nosotros suspiremos por tener a Cristo en nuestro corazón y así tú puedas entregarlo a Dios. Así sea.
Día cuarto.
Virgen Inmaculada de la Candelaria: Tu que al presentar a tu hijo Jesús en el templo oíste el anuncio de tus dolores y lo aceptaste como la voluntad de Dios, haz, que no seamos nosotros aquella espada y nuestra maldad la causa de tus dolores. Así sea.
Día quinto.
Virgen Inmaculada de Candelaria: Tú que ni al presentarte en el templo ni nunca después pregonaste tu condición de Madre de Dios para demostrar la importancia y valor de la humildad, haz que deje de importarnos el sempiterno figurar y a ejemplo tuyo crezca en nosotros el aprecio de la humildad. Así sea.
Día sexto.
Oh Virgen Santísima de la Candelaria: te suplicamos que nos alcances de tu hijo amado Nuestro Señor Jesucristo la gracia de imitar tus virtudes, cumplir los mandamientos y tener horror al pecado mortal. Así un día gozaremos eternamente contigo en el cielo. Así sea.
Día séptimo.
Santísima Virgen de la Candelaria: conscientes de nuestras debilidades acudimos a ti, para que nos alcances la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, de poder llevar una vida digna de nuestra vocación cristiana, imitar tus virtudes y conseguir así el premio de la vida eterna. Así sea.
Día octavo.
Virgen Inmaculada de la Candelaria: por tu pureza virginal, tu inmaculada concepción y tu prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado hijo, la humildad, la serenidad, la pureza del corazón, de cuerpo y de espíritu, la santa perseverancia en el bien, el don de la oración, una santa vida y gloriosa eternidad. Así sea.
Día noveno.
Virgen Inmaculada de la Candelaria; por tu obediencia al Padre, concientes de nuestra soberbia y orgullo, te suplicamos nos ayudes a aceptar la voluntad de Dios, para que toda nuestra vida no sea otra cosa que un renovado Si, al querer del Padre Eterno. Así sea

Oración final.
Te damos gracias, Madre y Señora nuestra. Somos tus hijos y nos ponemos en tus manos, para que nos eduques y logres hacer de nosotros verdaderos hijos de Dios, cristianos santos y alegres. Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Virgen de la Candelaria.
Ruega por nosotros. (3 veces)








NOVENA DE LA VIRGEN DE LA ESTRELLA
A continuación se hará la Señal de la Santa Cruz y se dirá el
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas me pesa de haberos ofendido. En vuestra divina presencia propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar y confesarme cuanto antes. Confío alcanzar de vuestra piedad y clemencia, por intercesión de vuestra bendita Madre, la divina Estrella, el perdón de todos mis pecados y la gracia de jamás ya cometerlos. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Soberana Reina de los Ángeles, Astro benéfico de la Iglesia Militante, que reflejáis sobre los hombres los refulgentes rayos de la gracia emanados de la eterna Sabiduría: bien sé yo que de Vos han tomado su inspiración los Profetas, su admirable saber los Apóstoles, su intrepidez, valor y constancia los Mártires, su viva fe los Confesores, su candor inmaculado las Vírgenes, y todos los santos, mediante sus heroicas virtudes, han buscado, hallado y tenido la dicha de poseer a su Dios y Señor.
Verdadera y nueva Estrella del Oriente, como a tan santos Varones y Vírgenes guiasteis, conducid también a vuestros hijos predilectos de Gilet, y así, ilustrada nuestra mente y enderezada nuestra voluntad con vuestros auxilios lograremos en esta vida distinguir el camino del cielo y en la hora de nuestra muerte entrar en la gloría a poseer a nuestro Dios eternamente. Amén.
LA SALVE
¡Dios te salve!, Reina y Madre de misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra, ¡Dios te salve!. A tí clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, a este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima!, ¡Oh piadosa!, ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
DIA PRIMERO: MARÍA ESTRELLA DEL CAMINANTE
ORACIÓN
¡Oh, Maestra y Trono de la Sabiduría Increada! En este valle de lágrimas, de infortunios y de destierro, como peregrinos caminamos en busca de la patria celestial y por desgracia, debido a la densa obscuridad que el espíritu de las Tinieblas ha difundido a nuestro paso, un sinnúmero de vuestros hijos se han extraviado por las sendas de la maldad. Ya que por vuestras heroicas virtudes y vida ejemplarísima habéis sido constituida Estrella del caminante, enviadnos de lo Alto vuestras divinas luces para que, apartándonos de las anchas vías que conducen a la perdición, penetremos en los angostos senderos que nos han de llevar a la gloria. Amén.
AFECTOS DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA, ARZOBISPO DE VALENCIA
Los Magos encontraran el Niño con María Su Madre. Jesús no se encuentra sin María. Y qué es Jesús sino el Salvador?. Y qué es María sino la Estrella?. Ella es el astro que pare la noche de esta vida... porque los todos indecisos, todos los vacilantes, todos los equivocados, vuelven la mirada a Ella, devuelven en el camino recto de la injusticia y llegan al deseado puerto de la salvación.
(In sermone Epiph. Dom. contio 5ª)
Los Magos encontraron el Niño con María su Madre. Jesús no se encuentra sin María. Y ¿qué es Jesús sino el Salvador?. ¿Y qué es María sino la Estrella?. Ella es el astro que alumbra la noche de esta vida... para que los todos indecisos, todos los vacilantes, todos los equivocados, vuelvan la mirada a Ella, retornen al camino recto de la injusticia y lleguen al deseado puerto de la salvación.
(In sermone Epiph. Dom. contio 5ª)
OBSEQUIO
Reza todos los días tres Avemarías a la Santísima Virgen en honor de la Beatísima Trinidad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, por el poder, sabiduría y misericordia que le comunicaron.
Santa Matilde, secretaria de Santa Gertrudis la Magna, nos asegura haber tenido revelación de la Santísima Virgen de que Ella toma por su cuenta la salvación de todos aquellos que perseveran en rezarle diariamente estas tres Avemarías.
San Antonio de Padua y San Alfonso María de Ligorio fueron, entre otros, fervorosos apóstoles de esta devoción tan eficaz y tan fácil de practicar.
Pídase la gracia que se desee alcanzar. EJEMPLO
Sería el año 1884 próximamente Joaquín Melchor Torres regresaba de la ciudad de Teruel con su carruaje hacia Gilet su país natal A1 llegar al punto denominado bajada de Albentosa, se desencadenó una fuerte y violenta tempestad de agua, piedras y granizo. Sus caballerías, ora por el estampido de los truenos, ora por los incesantes golpes de las piedras, huyen aceleradas en dirección contraría hacia el gran precipicio que viene a dar con el riachuelo de Albentosa. El citado Melchor, viéndose en las fauces de la muerte, invoca fervoroso a su celestial patrona. Diciéndola: ¡Virgen de la Estrella, asistidme que voy a morir! .
Hecha la invocación ¡oh prodigio!, las caballerías, en su precipitada fuga, llegan hasta el mismísimo borde del abismo, donde instantáneamente se detienen, como si hubiesen chocado con un gran obstáculo, notándose al propio tiempo alrededor fulgores brillantísimos; fulgores que pudieron muy bien ser naturales, efecto de algún relámpago, pero es lo probable, fueron luces sobrenaturales con que la divina Estrella guiaba al afligido caminante que con fervor tanto la aclamaba.
El mesonero de Albentosa, venido en auxilio de Melchor, al contemplar la critica situación en que quedaron carruaje y caballerías, pregunta admirado al caminante, si tenía, por ventura, alguna devoción, y al contestar el interpelado que amaba tiernamente a su Patrona, responde aquél con cierta gravedad: ¡Ella te ha salvado!.
El hecho citado lo depone el favorecido y su familia.
Salve. Gozos
DIA SEGUNDO: MARIA, ESTRELLA DE LOS AFLIGIDOS
ORACIÓN
¡Oh Madre de bondad, consuelo de nuestras almas y remedio de nuestros males!. En este valle de miserias nuestro patrimonio son los dolores, compañeros inseparables los ayes y gemidos y el pan de los días y de las noches las lágrimas: mirad propicia a vuestros hijos sumidos en las aflicciones de este mundo: en esas, mostrad ser nuestra Madre y Estrella, de consuelo y alegría, para que, sufriendo con humildad las tribulaciones de la vida, subamos en la hora de la muerte a embriagarnos en los torrentes de los placeres eternos de la gloria. Amén.
AFECTOS DE SAN PEDRO CANISIO, DOCTOR DE LA IGLESIA (+ 1.597)
OBSEQUIO
Visita una iglesia o altar consagrado a la Madre de Dios.
San Francisco de Borja, afligido por una grave enfermedad, quiso visitar por devoción el santuario de Nuestra Señora de Loreto, donde el Verbo de Dios se hizo hombre en las entrañas virginales de María. Púsose en camino y al punto la enfermedad comenzó a aliviarse y cuando llegó al término de la peregrinación se halló enteramente sano.
Pídase la gracia que se desee alcanzar
EJEMPLO
En el año 1861, aproximadamente, Teresa Pérez Benet vecina de Gilet, sentía acercársele la hora de dar a luz; fue un parto de los más arriesgados y difíciles. En su aflicción y angustias no cesaba de acudir a su Patrona, diciéndola: ¡Virgen de la Estrella!, siempre me habéis asistido; no os olvidéis de mí en este trance tan amargo. Acto continuo pierde el uso de sus sentidos, y los asistentes, con la familia, estaban esperando un fatal desenlace.
En tan críticas circunstancias, una piadosa amiga de la paciente, encarga a nueve mozas de la población cantasen en el templo parroquial a la Virgen de la Estrella, la Salve de los enfermos, expuesta su imagen. Llenas de fervor las jóvenes entonan a María la plegaria y cuál fue su admiración y asombro al notar en medio del canto, extinguirse una de las dos velas que ardían junto al nicho; esta admiración se convirtió en pavor al terminar la Salve, en que contemplaron encendida de nuevo la extinguida vela.
Se supo después que la citada Teresa Pérez había dado a luz y salido del inminente peligro en que se hallaba, en el mismo momento en que finalizó el canto de la Salve.
Deponen el hecho la favorecida por María y otros testigos fidedignos.
Salve. Gozos
DIA TERCERO: MARÍA, ESTRELLA DE LOS POBRES E INDIGENTES
ORACIÓN
¡Oh María! fuente de eternas riquezas. Cuando veáis a vuestros hijos padecer los horrores de la pobreza, acordaos, de que en vuestras manos, depositó la divina Providencia, los inmensos tesoros de los cielos; derramadlos sobre ellos, sed entonces benéfica Estrella y con vuestros resplandores divinos, iluminadlos para que sepan acudir al manantial de todo bien; concédeles por fin el remedio en sus necesidades y miserias, y la posesión de la eterna herencia de la gloria. Amén.
AFECTOS DE SAN BUENAVENTURA (+ 1.274)
AFECTOS DE SANTO TOMÁS DE AQUINO (+ 1.274)
OBSEQUIO
Socorre a un pobre necesitado. Dice el Espíritu Santo: "Aquel que se preocupa del necesitado, el Señor le librará en el día de la tristeza" (sal. 40,2)
Santa Isabel, reina de Portugal, vio un pobre mendigo cubierto de llagas, mandó que lo llevasen a su palacio, le acostó en su cama y ella misma, con sus manos, le lavaba las úlceras; llega el rey, decidido a castigar tal imprudencia, se dirige al aposento donde estaba la reina con sus camareras y... ¡oh sorpresa!, en vez del pobre encuentra a Cristo crucificado. Todos caen de rodillas y lloran sus pecados.
Pídase la gracia que se desee alcanzar
E J E M P L O
Era una tarde de octubre de 1886. En Moncófar (Castellón) se dirigía a la enseñanza la hija del Secretario de la localidad, don Miguel Benlloch, niña de cinco años, llamada Micaela Benlloch. La niña, al pasar por la calle Mayor, entra en una casa, cuyo trato frecuentaban sus padres, en la que estaban colocando una bomba para sacar agua de un pozo. La cerca del mismo habíase derribado y la abertura estaba cerrada con una sencilla tabla de madera.
Corre Micaela, pasa por encima de la improvisada cubierta, ésta se rompe y cae aquella dentro de las aguas. En aquel momento entró la dueña (aquí empieza el prodigio) y ve caer algo que no distingue, saliendo a vocear a la puerta. A los gritos acuden muchas vecinas temiendo por sus hijas, y entre ellas la señora del Secretario, diciendo: ¡Virgen de la Estrella, si es mi hija, libradla!.
El señor Cura de la población, que acudió a la desgracia, sujeta de la cintura a un joven con fuerte soga; baja éste al pozo y sale inmediatamente, llevando entre sus brazos a la criatura, a quien su madre, después de reconocida, contemplaba atónita y llena de asombro. El médico manda tender en el suelo a la pobre niña, la hizo echar el agua y, envuelta con el suficiente abrigo, es colocada en la cama.
La que por todos era creída ahogada, es vista al día siguiente sana y salva. Sus padres ofrecieron rica toalla en acción de gracias para el altar de la Virgen de la Estrella, cuya devoción nunca olvidaron, a pesar de haber transcurrido largos años desde que salieron de Gilet donde por mucho tiempo fueron vecinos.
Depone el hecho, junto con el padre de Miguela, algunos vecinos de Gilet.
Salve. Gozos
DIA CUARTO: MARÍA, ESTRELLA DE LOS ENFERMOS
ORACIÓN
¡Bienhechora y medicina los hombres!. Mirad a vuestros hijos que yacen en el lecho del dolor: contemplad sus lágrimas, atended a sus gemidos, escuchad sus peticiones, mirad, divina Estrella, cuánto padecen en las prolongadas horas de la noche, enviadles el momento de una felicísima alborada y a todos concedednos la salud en nuestras enfermedades de alma y cuerpo, si conviene, en esta vida, y en nuestro tránsito subamos a gozar de un bienestar eterno en la gloria. Amén.
AFECTOS DE SAN ROBERTO BELARMINO, CARDENAL Y DOCTOR DE LA IGLESIA. (+ 1.621)
¡Oh Virgen Santísima que habéis sido hecha Estrella del mar y exaltada hasta los cielos! Extiende por doquier tus resplandores... Si conturbados por la gravedad de nuestros pecados, aterrorizados por la verdad del justo juicio de Dios, empezáramos a hundirnos en el abismo de la desconfianza y desesperación, volvamos los ojos a nuestra Madre la Estrella, invoquemos (a la que es salud de los enfermos)... Nadie hay que no tenga abierta de par en par la entrada al trono de la Misericordia, que es María.
(Super Missus. Cant. 1º)
OBSEQUIO
Visita a los enfermos o bien practica alguna obra de Misericordia.
San Luis Beltrán fue desde pequeñuelo muy dado a las obras de misericordia. Jovencito aún, iba con frecuencia al hospital a servir y limpiar enfermos, mereciendo que la Santísima Virgen le asistiese y cuidase varias veces en sus enfermedades.
Pídase la gracia que se desea alcanzar
EJEMPLO
En el otoño de 1.864, Doña Juliana Gil Arnau, vecina de Sagunto y esposa del rico propietario, Don Antonio Llopis, yacía en el lecho, víctima de rara y gravísima enfermedad. En estas circunstancias, Josefa Baquero Brú, vecina de Gilet, quien largos años había servido en casa del señor Llopis, vino a visitar a la paciente, y al encontrarla gravísima y sin sentidos, oraba en su interior: ¡Virgen de la Estrella !, conceded a mi señora la salud.
En la alborada del inmediato domingo, al salir del templo parroquial de Gilet, el Rosario de la Aurora, según antigua y tradicional costumbre, la citada Baquero, llena de confianza en su celestial Patrona, encargó la Salve de los Enfermos, para que la divina Estrella diese la salud, si convenía, a su doliente señora, advirtiendo a los piadosos cantores volviesen frente a Sagunto la imagen venerada de María, lo que así se efectuó. Pasados unos días, la Baquero vuelve a visitar a su señora y la encuentra, casi por completo, restablecida. ¡Ah! dijo a los circunstantes la vecina de Gilet, así debió suceder, por cuanto el pasado domingo se cantó en el pueblo la Salve de los enfermos a la Virgen de la Estrella por mi señora. Al saber la familia de doña Juliana la hora en que se entonó la Salve, pronuncian admirados: Esta fue la hora en que se inició de una manera visible la mejoría de la paciente. Deponen el hecho Josefa Baquero y familia.
Salve. Gozos
DIA QUINTO: MARÍA, ESTRELLA DE LOS NAVEGANTES
ORACIÓN
¡Oh Virgen benditísima, Madre de piedad y de clemencia! Vuestro nombre es María o Estrella de los mares, y como a tal os proclama y venera el piadoso navegante; apiadaos del mismo en sus trances apurados y con vuestros soberanos resplandores y divina protección superen los inminentes peligros del naufragio.
Acordaos de los hijos de Gilet, de quienes sois preclarísima Patrona, guiadlos con vuestras luces refulgentes y así, vencidos los escollos de la culpa en este proceloso mar del mundo. Aportemos con felicidad a las playas de la gloría. Amén.
SAN ODILÓN, ABAD DE CLUNI (+ 1.409)
Con razón la Madre de Dios y siempre Virgen María es llamada Estrella del mar; porque así como aquellos que entre las olas del mar trabajan en la conducción de la nave, ayudándolos con su luz las estrellas, desean llegar al puerto de descanso, del mismo modo todo el que, constituido entre el peligroso oleaje de este mundo, acechándole sin cesar las olas de las pasiones, ve peligrar la vida de su alma o de su cuerpo, es necesario que ponga su atención en la contemplación de esta Estrella por cuyos méritos y gracia puede librarse de todo peligro o riesgo.
(Serm. 4 de Incarnatione Dom.)
OBSEQUIO
Recibe la sagrada Comunión en obsequio de tu Madre la Virgen de la Estrella.
San Juan de Ribera, aficionado desde joven a frecuentar la sagrada mesa, comulgaba muchas en obsequio de la Santísima Virgen, la cual, Tesorera y Dispensadora de todas las gracias, hacía crecer en su corazón el amor divino. Inflamado en caridad, murió el día de jueves, a 6 de enero, fiesta en que los Santos Reyes adoraron a Jesús guiados por la Estrella.
Pídase la gracia que se desee alcanzar
EJEMPLO
Algunos años después de la venida de la Virgen de la Estrella al afortunado pueblo de Gilet, tuvo lugar un suceso portentoso, según el testimonio de personas fidedignas y de avanzada edad que deponen haberlo oído de sus padres, que fueron testigos oculares
Se encontraban a bordo en alta mar en inminente peligro de naufragio unos piadosos marineros. Estos, viéndose en lance tan arriesgado, comienzan a implorar con fervor la protección de María, verdadera Estrella polar del navegante. Hecha la invocación los marineros ven, miran y admiran ondeante por los aires a la Reina de los mares, bajo la figura o imagen de la Virgen de la Estrella, dejándoles por completo fuera de peligro.
Los marineros, agradecidos a beneficio tan singular impetrado de su buena Madre, la divina Estrella, al desembarcar se dirigen de pueblo en pueblo en busca de la bienhechora. Llegan a Gilet, preguntan a sus pacíficos moradores cuál era el título de su Patrona, y al contestar estos ser la Santísima Virgen de la Estrella, aquéllos manifiestan vivos deseos de verla y visitarla. Se les franquéa la entrada en el Templo Parroquial, se postran en el altar ante la venerable Imagen de la Patrona, y al verla, llenos de emoción en sus corazones, suspiros en sus labios y lágrimas en sus ojos, exclaman: ¡Esta es la Virgen que se nos apareció allá en los mares!.
Salve. Gozos
DIA SEXTO: MARIA, ESTRELLA DE LOS AGONIZANTES
ORACIÓN
¡Oh Reina de Misericordia, santa Madre de dios! Desde el alto trono de los cielos acordaos de que también sois nuestra madre: rogad por nosotros pecadores, alcanzándonos ahora gracias abundantes y en la hora de nuestra muerte, en que por última vez solicitemos vuestras divinas luces y protección maternal, haced que una y otra desciendan sobre nuestras almas y así, en momentos tan azarosos, veremos las postreras ardides y supremas asechanzas que al final de la batalla nos presenta el demonio y las venceremos con valor; y así cerrados a la vida temporal nuestros ojos, los volveremos a abrir en la eterna gloria. Amén.
SAN PEDRO DAMIANO, CARDENAL Y DOCTOR DE LA IGLESIA (+ 1.072)
La estrella brilla en la noche y nuestra Virgen irradia sus esplendores en la noche de este mundo... tal es nuestra Estrella, tal es la Virgen María... que nos ha dejado su ejemplo para que imitemos sus virtudes.
(Serm. 1, ML 144)
OBSEQUIO
No dejes de rezar el Santo Rosario
"El Rosario es el Evangelio compendiado y el catecismo del pueblo. (Pío IX) "El Rosario es el homenaje más agradable a la Madre de Dios" (San Alfonso María de Ligorio). "En el Rosario he hallado los atractivos más poderosos y eficaces para unirme a Dios" (Santa Teresa de Jesús). La misma Virgen Madre de Dios, en sus apariciones de Lourdes y Fátima, mostró claramente sus deseos de que se rezase el Rosario por la conversión de los pecadores.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
EJEMPLO
El día 2 de octubre de 1888, en que celebraba la Colonia Giletense, que reside en Valencia, su fiesta tradicional a la Virgen de la Estrella en el pueblo de Gilet, Francisca Aznar Benet, vecina del mismo, deseando satisfacer la devoción que sentía para con su Patrona, se dirige al templo Parroquial con el fin de asistir a la solemne función religiosa, no sin que antes encargara el cuidado de su hija, pequeñuela de dos años. Llamada Remedios Orón, a su hermanita Francisca.
Previendo la madre la desgracia que la esperaba, retrocede para insistir con más urgencia en el cuidado de la niña
Vuelve a la iglesia y durante el sermón surca por la mente de la madre la horripilante idea de haber caído su hija en las aguas.
Mientras tanto la citada niña al menor descuido, resbala al acueducto y en la parte del mismo, sita en el Callejón, llegando con la corriente hasta el lugar del puentecito, frente a la iglesia.
En estos momentos llega al puente a beber agua José Marín y vio venir, flotando con la corriente, un pequeño calzado; lo toma y cual fue su sorpresa al contemplar una niña amoratada, sin movimiento, ni la menor señal de vida; la reconoce, la lleva a una casa contigua a la iglesia para prestarle los oportunos auxilios.
Entretanto, cunde por toda la plaza la voz de haberse ahogado una niña. Se entera la abuela de la criatura que se hallaba en el umbral de la puerta del templo, y al instante se vuelve hacia su Estrella, y con fervorosas lágrimas y suspiros, implora protección para su nietecita; por tres veces repite su oración interrumpida por las visitas hechas a la criatura, encontrándola mejor en cada una de ellas hasta que por fin a la tercera la contempla ilesa y fuera de peligro
En agradecimiento a tan gran beneficio, en la procesión celebrada por la tarde, es llevada la niña Remedios de la mano por su padre.
Deponen el hecho la madre, abuela y familia de la niña con un sinnúmero de testigos oculares.
Salve. Gozos
DIA SEPTIMO: MARÍA, ESTRELLA DE LOS TENTADOS
ORACIÓN
¡Oh Virgen poderosa, imponente como el ejército puesto en orden de batalla! Vos que sois el auxilio de los cristianos, compadeceos de nosotros, en las incesantes tentaciones y luchas porfiadas, que tenemos que librar con el demonio; haced, Madre piadosa, que en aquellos momentos, de espirituales tinieblas y zozobra, no se eclipsen vuestros rayos de Estrella y con sus luces veamos las astucias y fraudes de Satanás y con vuestra ayuda venceremos su poder en esta vida y en la otra alcanzaremos la eterna victoria. Amén.
AFECTOS DE SAN ANSELMO (+1.086)
Dios te salve María. ¡Oh Señor Dios mío!. Cómo te agradeceremos el habernos dado esta Estrella, la Virgen María, que nos llena de tan dulce consuelo, de tan noble consorcio, de tan eficaz auxilio y tan seguro refugio. Más vale una sola mirada de esta Estrella que la posesión de todas las cosas del mundo. No tiene por qué temer el corazón recto, porque iluminados por esta Estrella, es imposible el naufragio, ni puede la nube del pecado oscurecer sus esplendores sino al que así lo quiere.
(Medit. de salutatione B.V.M., Núm. 6, ML.)
OBSEQUIO
Ayuna un día de la novena o bien practica alguna obra de mortificación.
San Nicolás Factor tenía costumbre de ayunar y practicar otras mortificaciones en obsequio de la Santísima Virgen María. En recompensa mereció que esta bondadosa Madre de Dios y de los hombres le pusiese en los brazos al Niño Jesús.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
EJEMPLO
En la plaza mayor de Gilet, se corrían toros y vaquillas, el 6 de octubre de 1870, a costas, según costumbre, de los mozos y Clavarios de San Miguel.
Dos jóvenes de Petrés cortan un tablón de la valla de madera, y el toro desde la plaza, huyendo la muchedumbre, al ver franca la salida se precipita hacia ella, acometiendo con ferocidad a Felipe Merli Alpuente, vecino del pueblo, que se encontraba apoyado a la barrera; le mete entre sus astas y el infeliz, al verse en tan arriesgado trance, invoca a su Patrona, diciéndola: ¡Virgen Santísima!.
Mientras es levantado por los aires y pierde el uso de sus sentidos. La fiera introduce por las vestiduras, sus cuernos afilados, que rozan partes tan delicadas como son hígado y saín, dejándolos ilesos; acomete luego el brazo derecho y parte del semblante de su infortunada víctima, dejándola en tan lastimero estado que arranca suspiros, ayes y gemidos de la muchedumbre, la que compasiva, logra distraer al cruel animal, hasta el punto de abandonar la presa, aunque por su desgracia para volver a un segundo ataque más violento que el primero.
Por fin, retírase el cornúpeto pausadamente satisfecha su saña, llevando entre sus astas parte de las vestiduras de su víctima, como trofeo de su victoria. A pesar de tan violentos ataques y fuertes arremetidas del toro, las que, naturalmente, debieron causar la muerte del citado Merli, éste logra evadirla, merced a la protección de su invocada Estrella, tanto que, pasado un período relativamente breve de tiempo, curadas sus heridas todas, aparece ante sus convecinos sano y salvo.
Deponen el hecho Felipe Merli y muchos testigos oculares.
Salve. Gozos
DIA OCTAVO: MARÍA, ESTRELLA DE LOS PECADORES
ORACIÓN
¡Oh Reina inmaculada enriquecida con la plenitud de la gracia celestial!. Muchos de vuestros hijos ingratos hemos perdido la brillantez y hermosura de nuestras almas: nos encontramos, quizá en estos momentos, sumidos en las densas tinieblas del pecado; concedednos, Piadosa Madre, tus diáfanos fulgores y sé nuestra misteriosa Estrella para que saliendo de las sombras de la maldad, los que en ellas por desgracia nos hallemos, logremos penetrar en la luz inaccesible donde habita el inmortal Jesús. Amén.
AFECTOS DE SAN ALBERTO MAGNO (+ 1.280)
Hablemos de María que significa Estrella del mar.
La estrella del mar produce tres efectos: atrae el hierro (esto es, la aguja náutica), refleja luz y dirige a los navegantes. Del mismo modo la bienaventurada Virgen María atrae a los pecadores, ilumina a los contritos y dirige a los que cumplen los mandamientos. La Santísima Virgen, por su infinita misericordia atrae y llama a todos los pecadores de corazón duro como el hierro, por el arrepentimiento y dirige al puerto de salvación a todos los náufragos que siguen sus consejos, suavizando el temor con la esperanza del perdón e iluminados por las luces de esta Estrella y conducidos por sus inspiraciones de tan buena Madre, cada uno de nosotros llega a la patria de la eterna felicidad.
(In Mariali et sermo in Nativitate B.V.M.)
OBSEQUIO
Asiste al Santo Sacrificio de la Misa siempre que puedas por devoción y los días festivos por obligación grave.
San Isidro, humilde labrador de Madrid, era devotísimo a la Santa Misa; solía repetir con toda convicción: "Todos los bienes me han venido por medio del Sacrificio de la Misa; jamás consentiré privarme de él, ni siquiera por un solo día." No sólo se refería a los bienes espirituales, sino también a los bienes temporales, pues bien sabido es que mientras estaba oyendo Misa en su Parroquia de San Andrés, de Madrid, dejaron se ver muchas veces ángeles del cielo, que reemplazaban al devoto labrador en sus faenas del campo. Pídase la gracia que se desee alcanzar.
EJEMPLO
Ramón Gallego Alfonso, vecino de Gilet el miércoles 12 de septiembre de 1883, se dirigía hacia Sagunto por el camino de la huerta, junto a nuestro río Palencia.
Al llegar frente al paso de Petrés, escucha ayes lastimeros que partían del interior de un carruaje situado en el cauce central del río; hacía él levanta su vista y contempla a los niños, hermanos Joaquín y Vicente Peris Coresa, vecinos -de Petrés que no cesaban de implorar sus auxilios.
Compadecido el señor Gallego de los mismos, y arrastrando todo género de peligros, incluso el de exponer a inminente riesgo su vida, cruza la corriente con dirección a los atribulados niños; pero no bien anduvo algunos pasos advierte que le falta a sus pies terreno firme y su situación apurada. Entonces tan angustiosos, invoca a su Estrella celestial.
Hecha la invocación, una fuerte y violenta ola le arroja hacia Sagunto, y momentos después, el que naturalmente debió sucumbir víctima de las aguas, sin menoscabo de su vida e intereses de los que gran parte llevaba en su cartera, aparece sano, salvo y en terreno enjuto en la ribera contraria.
Por la tarde, al decrecer el río, pasa el señor Gallego a su pueblo y entra en el Templo Parroquial en donde con fervor inusitado y profusión de lágrimas dio gracias a la divina Estrella, en cuyo honor y obsequio días después mandó celebrar solemne fiesta religiosa.
Deponen el hecho la familia el señor Gallego y otros testigos auriculares.
Salve. Gozos
DIA NOVENO: MARÍA, ESTRELLA SINGULAR PATRONA DE GILET
ORACIÓN
¡Oh dulcísima Patrona y Abogada cariñosa del pueblo de Gilet!
Acordaos de que la divina providencia os ha destinado para ser la brillante Estrella de este afortunado pueblo, que gustoso os ofrece habitación, amor y culto.
Mostrad a todos sus hijos que sois su Madre, dándoles y así después de socorrernos en la vida, subiremos a cantar vuestras alabanzas, por toda la eternidad, en la gloria. Amén.
AFECTOS DE SAN BERNARDO, DOCTOR DE LA IGLESIA (+ 1.153)
OBSEQUIO
Acude cuanto antes a la Santísima Virgen pidiéndole con gran fervor que sea tu Madre y conságrate a ella.
Santa Teresa de Jesús nos cuenta de si misma: "Cuando murió mi madre y comencé a entender lo que había perdido, afligida me fui ante una imagen de Nuestra Señora y le supliqué con muchas lágrimas fuese Ella mi Madre; conocidamente he hallado protección de esta Virgen Soberana en cuanto me he encomendado a Ella".
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
EJEMPLO Algunos años después de la venía de la Santísima Virgen de la Estrella al pueblo de Gilet acaeció en el mismo un raro prodigio que confirma con suficiencia la razón que nos asiste para dar a nuestra augusta Patrona el hermoso título de Estrella Giletense con que en este día la veneramos.
Yendo José Alpuente Domínguez, vecino de Gilet, arriero de profesión, al Templo Parroquial, a oír la Santa Misa, se encuentra con un amigo y convecino suyo que le invitaba a pasar juntos el río para dedicarse a sus ordinarias tareas.
¿Puede, por ventura, vadearse el Palencia? -pregunta al invitante el arriero-. Aquel contesta afirmativamente, aduciendo en confirmación haberlo ya cruzado antes con sus jumentos. Espera algún tanto, repuso Alpuente, permíteme oiga primero el Santo Sacrificio.
Oído éste, llegan invitante e invitado con sus caballerías respectivas a la ribera del río, donde el citado Alpuente ruega al compañero fuese delante para indicar el más transitable camino, toda vez que poco antes ya había él cruzado la corriente. Sea lo contrario, se excusaba el compañero, ya que mis jumentos seguirán con mayor facilidad a tus mulos.
Convencido el arriero con semejante razón, pasa sin el menor recelo y peligro el primero de los dos cauces, en que antes como ahora, se dividía el Palencia; pero al tentar el cruce del segundo, la impetuosa fuerza de las aguas empuja con violencia a las caballerías con su dueño. Este, apenas advierte la inminencia del peligro, aclama fervoroso a su Patrona.
En tanto la piadosa posadera Josefa Sancho, que desde una ventana posterior del mesón contemplaba los apuros del infeliz arriero, exclama: ¡Virgen de la Estrella! salvad a aquel pobrecito. Hecha una y otra invocación, al momento aparecen los mulos paciendo con tranquilidad en la ribera contraria del río y su dueño sano y salvo en la orilla misma del cauce con los pies dentro y cabeza y tronco fuera de las aguas.
En acción de gracias por beneficio tan singular, encargó José Alpuente la celebración de una fiesta solemne en honor de su Bienhechora, la Divina Estrella.
Deponen el hecho, junto con muchos testigos auriculares, la familia del agraciado.
Salve. Gozos

NOVENA A LA VIRGEN DE LA GUÍA,
ANTE ELLA PRESENTAMOS TUS PREOCUPACIONES.


DÍA PRIMERO

María: Eres la Virgen de la acogida. El Señor te encuentra a la escucha, dispuesta. Te dejas inundar por la fuerza del Espíritu Santo y la Palabra de Dios, viajera a nuestra historia se hace niño en tu seno maternal.

Eres dichosa por tu fe, feliz en tu entrega, Dios se mantiene su promesa y cumple su palabra. Enséñanos, Virgen de la Guía, a estar disponibles con el corazón abierto a los signos de los tiempos. Que acojamos siempre con alegría su Palabra y la hagamos vida en nuestra vida. Amén


DÍA SEGUNDO

María en el Camino eres nuestra Guía, porque nos das a Jesús: Camino. Verdad y Vida. Tú aprendiste y seguiste mejor que nadie este Camino único de liberación humana; tus pasos fueron firmes. Confiados. Con la premura del amor que urge hacia el encuentro.
Tú misma eres el camino cierto hacia Jesús. Te pedimos que impulses nuestra marcha que acompañes nuestro seguimiento del Maestro.
Que a tu lado completemos la jornada de la vida hasta llegar al encuentro en gloria con el Padre que vive...
DÍA TERCERO

María: El Señor te amó por tu humilde disponibilidad; te llamó a la más alta vocación: Ser Madre de Jesús. Tu maternidad se hace universal para abarcar. Gozosa a toda la Iglesia. El nuevo pueblo elegido de Dios. Virgen de la Guía: Eres Madre de la familia que mira a Jesús como autor de la salvación y principio de unidad y de paz.
Madre de la Iglesia naciente y de la actual porque tu servicio de amor ha de continuar en favor de los que queremos seguir a tu Hijo. Te pedimos que nos ayudes a ser piedras vivas en la Iglesia, a vivir la fe en la unidad y en la verdad, a repartir esperanza y amor a todos en Cristo. Que vive...

DÍA CUARTO

Maria: Por siempre serás la bendita del Señor porque creíste firmemente en su palabra, supiste guardarla en tu corazón y tenerla presente como faro de tu vida. Te fiaste plenamente de Dios y acertaste en todo.
Tu vida nos muestra la claridad de Dios, tus obras reflejan el poder de la fe. Ayúdanos a buscar al que es la auténtica Verdad, a abrirnos de lleno a su Palabra de Vida, a confiar en el Dios que es el único Camino. Unidos a ti. Esperamos alcanzar la gloria del Padre, por NSJC que vive...
DÍA QUINTO
Virgen de la Guía: te fiaste enteramente de Dios, te dejaste conducir siempre por su mano. Llénanos de esperanza y confianza en el Señor. Ayúdanos a vivir el presente densamente y con los ojos puestos en el porvenir de gloria: que nuestro caminar sea ágil, sin ataduras, con la moral de ruta que impulsa al peregrino hacia la meta que se ofrece estimulante.
Danos el talante verdadero del cristiano: pies firmes para andar los duros senderos, ánimo para afrontar las situaciones comprometidas, enraizados en la esperanza que procede de Dios, Un día feliz, cantaremos su gloria por los siglos de los siglos.
DÍA SEXTO
María: Fuiste elegida por Dios. Antes de existir el mundo para la más alta misión que pueda nunca darse: Ser Madre del Hijo de Dios. Tu grandeza desborda nuestros límites pero tú te declaras. En sincero abajamiento: la esclava del Señor. Su servidora humilde. Te acogiste al segundo plano que prefieren los selectos. Lejos del brillo y la gloria, cerca de la necesidad. la angustia y el dolor.
Danos. Virgen de la Guía, poseer tu amor encendido, tu entrega desinteresada y humilde, tu generosa actitud de servicio a los demás. Que el Señor nos conceda imitar tu ejemplo. Por JCNS
DÍA SÉPTIMO

María: Tú has sido la única criatura inocente: tus manos s sólo repartieron amor y bondad, tus pies sólo supieron recorrer los caminos del bien. Sin embargo el dolor, triste jornal del pecado de otros, entró por tus puertas. Hirió como espada tu corazón. Supiste aceptar con entereza la parte de Cruz que Jesús te cedió: Angustia. Incomprensión. Dolor y soledad componen tu salario.

Aguantaste a pie firme. La Pasión y Muerte de tu Hijo. Virgen de la Guía: Tú que tanto sabes de dolores. Ayúdanos a entender y abrazar la cruz de cada día. Danos fortaleza. Valor y consuelo en nuestras horas de dolor. Contigo alcanzaremos el premio en la gloria del Señor. Que vive...
DÍA OCTAVO
María: Tu vida fue una entrega total a Dios. El te escogió para la más alta vocación en la tierra: Ser la Madre de Jesús. Nuestro Salvador. Tu sí del primer momento. Se prolongó en fidelidad a todo lo largo y ancho de tus días. La voluntad de Dios fue tu alimento, su palabra el impulso para todos tus actos.

María. Virgen de la Guía. Ayúdanos a estar atentos para descubrir la voluntad de Dios en cada uno. Danos fortaleza para aceptar lo costoso, lo amargo y lo difícil de nuestra vida; danos constancia para cumplir hasta el fin; lo que reclama la vocación que Dios nos ha dado. Contigo elevamos nuestra plegaria a Dios Padre que vive...
DÍA NOVENO
Virgen de la Guía: Eres la Virgen de la acogida: el Señor te encuentra a la escucha, dispuesta. Te dejas inundar por la fuerza del Espíritu Santo y la Palabra de Dios. Viajera a nuestra historia se hace niño en tu seno maternal. Eres dichosa por tu fe y tu entrega. Dios mantiene su promesa y cumple su palabra. Enséñanos a estar disponibles para el Señor con el corazón abierto a la luz de su mensaje.
Que acojamos siempre con alegría su palabra y la llevemos a la práctica de nuestra vida. Unidos a ti. María. Se lo pedimos al Señor. Que vive...

VIRGEN MARÍA DE LA
MEDALLA MILAGROSA
EXPLICACIÓN DE LA MEDALLA
El mensaje principal de estas apariciones ocurridas el 18 de julio y el 27 de noviembre de dicho año fue presentar al mundo una medalla en que la Virgen aparece como Inmaculada, Reina, Corredentora y Medianera de las gracias.
La Santísima Virgen en persona presentó a Sor Catalina el modelo de esta medalla:

"Haz acuñar una medalla conforme a este modelo. Las personas que la llevan con confianza recibirán abundantes gracias".
Miremos la Medalla y descubramos en sus dos caras que se complementan el Mensaje esencial del Misterio de la salvación.
ANVERSO DE LA MEDALLA
María Inmaculada, Madre de los hombres.
María, mensajera, de la ternura de Dios, se muestra en pie.
Viene hacia nosotros con las manos abiertas y en actitud de acogida.
María es la sin pecado. Por eso aplasta la cabeza de la serpiente.
Se lee una oración "Oh María sin pecado concebida rogad por nosotros que recurrimos a vos".
Nos da a conocer que es la Inmaculada Concepción.
REVERSO DE LA MEDALLA
El proyecto de amor de Dios hacia los hombres.
La M coronada por la cruz: María esta íntimamente unida al misterio de la Pasión y de la Cruz de su Hijo, desde el Pesebre hasta el Calvario.
Dos corazones: el de Jesús y el de María. Representan la fuerza del amor que llega hasta la entrega total. María entró plenamente en ese Misterio de Amor de nuestra redención.
Doce estrellas: Jesús estableció su Iglesia sobre el fundamento de Pedro y sus Apóstoles.

María Estrella de la Evangelización.
Los fieles la llaman "Medalla Milagrosa" proclamando así que es un signo, el signo de la protección maternal de María.

VIRGEN MARÍA DE LA
MEDALLA MILAGROSA
HISTORIA

PRIMEROS DÍAS DE SOR CATALINA
Nacida Sor Catalina Labouré, con lo mejor del año (mayo) de 1806, fue toda su vida sencilla y aromosa flor: galardonada en sus días con abundante rocío del Cielo.
Tierna devoción a María, su aliento de toda hora. Muy niña (9 años) perdió a su madre. Fue entonces, cuando una criada de la granja la sorprendió encaramada sobre una mesa, y abrazando con todo el poder de sus, aún débiles brazos, a una imagen de la Señora.
La iglesia parroquial de Moutiers -Saint Jean- fue testigo de sus anhelos eucarísticos. Desde el día de su primera Comunión (1818) se hizo "mística de todo en todo", -cual decía con donaire su buena hermana Tonina.
Y se le echaba de ver su inclinación a las cosas de Dios por su afán de visitar a las Hijas de la Caridad; y más que en otra cosa alguna, en su diligencia por acudir a los oficios divinos.
aparición de un anciano sacerdote que le habló en estos términos: "ahora huyes de mí, hija mía; día vendrá, cuando tengas a gran contento, ser mía. Sus designios tiene Dios sobre ti. No lo olvides".
El párroco de Chatillón la descifró el sueño de este modo: "no abrigues la menor duda; no era otro ese anciano, sino S. Vicente de Paúl, quien te quiere para Hija de la Caridad". Ella misma así lo confirmó, reconociendo al anciano del sueño en un cuadro, que del Santo tenían las Hermanas de Chatillón.
Por dos años hubo de luchar con el ingenuo rigor de su padre; para, al fin, ingresar el 21 del mes de abril de 1830 en el Noviciado de las Hijas de la Caridad en París.

SOR CATALINA HIJA DE LA CARIDAD
Ya en el Noviciado, comenzó a gozar favores extraordinarios del Cielo. Se le ponía el Señor a ojos vistas en el Sacramento del Amor. Una sola vez se le ocultó; cuando ella pensó engañarse en aquello que veía.
Se celebraban por aquellos días las solemnidades que precedieron a la apoteosis del humilde S. Vicente de Paúl por las calles de París con motivo de la translación de sus gloriosas reliquias; y dice la Hermana que halló en todo tanta dicha y contento, que para ella ya no quedaba mas que pedir ni esperar en este mundo. Recibió del Santo Patriarca certeras enseñanzas y seguridades muy completas para sus dos Comunidades.

APARICIONES
Mas, entre todos estos favores, llevan la primacía en el conocimiento del pueblo cristiano, aquellos que le hizo la Reina del Cielo, y que vamos a referir.
La noche del 18 de junio del dicho año, 1830, fue la escogida por la Virgen Santísima para hacer entrega de sus cartas credenciales a la Venerable Hermana.
Para detalles, nadie como la propia Sor Catalina, quién así lo describe: Era tanto mi deseo de ver a la Virgen, que me acosté con la confianza de que San Vicente había de conseguírmelo de la Señora. Serían no más que las once y media de la noche. cuando oí que me llamaban: "Hermana. Hermana, Hermana". Desperté; miré del lado por donde la voz venía. Corrí la cortina; y vi a un niño, como de cinco años que vestía de blanco; y así me dijo: "Ven a la capilla, que allí te espera la Virgen". Tranquilizada por él, dime prisa en vestirme; y le seguí… No pequeña fue mi sorpresa, viéndolo todo iluminado; mas esta mi sorpresa creció de punto ante la claridad de la capilla. Recordábame ésta la misa de Navidad. Sin embargo, por ningún lado se echaba de ver la presencia de la Virgen.
Arrodillada, hacíaseme largo el tiempo de espera. Acrecíalo el temor de verme descubierta. Llegó la hora. Y el niño me previno con estas palabras: "Mira, ahí
Por un sueño vino en conocimiento de su particular vocación. Consistió éste en la tienes a la Virgen Santísima". Noté como un roce de sedas que se dirigía al lado del Evangelio, a un sillón que allí había. Era la Virgen, quien se me ofrecía sentada. Creo imposible describir cuanto veía y ocurría en mi: algo así como un temor de verme engañada; y de que aquella a quien yo veía, no fuera la Santísima Virgen. Mas, el ángel de mi guarda -que no era otro el niño- me increpó un tanto severo y sin más dudar, me arrodillé junta a Ella y puse mis manos en su regazo"
Y allí, mano a mano, como de Madre a hija, "quiero, hija mía, me dijo, nombrarte por mi embajadora. Sufrirás no poco; mas vencerás, pensando ser todo para la gloria de Dios. Con sencillez y confianza di cuanto entiendas y veas". Prudente la Hermana, pidió prendas de cuanto había visto y oído. Prenda que la Señora le dio cumplidas. Profetizó la Hermana. Presto y cuando menos se esperaba, tuvieron sus profecías cabal cumplimiento.
En estas se hallaba el asunto, que acreditaba la misión de Sor Catalina Labouré, cuando la Virgen María tuvo por bien dejarse ver otra vez en la tarde del 27 de noviembre del mismo año.
Demos la palabra a Sor Catalina: Vi a la Virgen Santísima en todo el esplendor de su belleza. Indecible al labio humano. . . . Bañada de luz su figura. Asentaba los pies sobre una media esfera... En sus manos, a la altura del pecho, otra esfera más pequeña. Alzados los ojos al Cielo, noté cómo sus dedos tenían anillos, de los cuales brotaban pequeños haces de luz.... Viendo lo cual, oí una voz que así me dijo: "Figura el globo al mundo entero y a todos y cada uno de los mortales." "Son los rayos símbolo de cuantas gracias concedo a quienes me las piden".
Gozaba la Hermana con lo ya visto, cuando al punto - prosigue la misma- hízose en torno de la Virgen Santísima a modo de óvalo con estas palabras, en caracteres de oro: "¡Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!"
Volvióse la visión y notó la Hermana una letra M y sobre ésta una Cruz descansando en una barra. Debajo de lo anterior, el Corazón de Jesús coronado de espinas y el de María atravesado con una espada, Y todo ello, circundado con doce estrellas. Se dejó oír al mismo tiempo una voz, que así decía: "Acuñad una medalla según el modelo. Cuantos la lleven consigo, recibirán gracias sin cuento… Llevadla con entera confianza."
DIFUSIÓN PRODIGIOSA
A toda luz resulta claro que Sor Labouré, no de menguados ánimos, sintiera vivos deseos de ver acuñada la medalla. Le salió al paso la fría prudencia de su director, el P. Aladel, C.M. Y ésta, junto con otras circunstancias, dieron no poco que sufrir a la Hermana. Acuñada, por fin, la Medalla en 1832, hízose luego dueña del mundo entero. El pueblo cristiano, a vista de tanta enfermedad ahuyentada, de tanto mal hábito quebrantado, y virtudes adquiridas; de tanto peligro alejado y bendiciones obtenidas por la Santa Medalla, dio en llamarla Milagrosa. Nombre que ostenta con primacía sobre todo otro objeto de devoción.
Papas y reyes; grandes y pequeños de todas las edades, la proclaman de entonces acá la Medalla de María Milagrosa. Se cumplió así el anhelo de Sor Catalina: "Por la Medalla será María la Reina del universo."

ORACIONES PREPARATORIAS PARA TODOS LOS DÍAS
Por la señal…
Señor mío Jesucristo…
Jaculatoria: ¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!
Invocación. Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestro socorro y reclamado vuestra asistencia haya sido abandonado de Vos. Con esta confianza a Vos corremos, oh Virgen de las vírgenes; y. gimiendo bajo el peso de nuestros pecados, nos postramos a vuestros pies. Oh Madre del Verbo, no despreciéis nuestras súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.

Rezar a continuación la oración del día que corresponda:
Terminar cada día con las siguientes oraciones:
ORACIONES FINALES
Suplicas.
Oh Madre del amor hermoso, purísima María, por la manifestación de vuestra santa Medalla, inflamad nuestros corazones en el amor divino, para que insensibles a las cosas terrenas, solo suspiren por las celestiales y eternas.
Dios te salve, María, etc.
Oh refugio de pecadores, poderosísima María, por la manifestación de vuestra santa Medalla, tened piedad de nuestras culpas y miserias y alcanzadnos la gracia de morir antes que pecar.
Dios te salve, María, etc.
Oh puerta del paraíso, dulcísima María, por la manifestación de vuestra santa Medalla, concedednos la perseverancia en el bien morir santamente y participar de vuestra gloria en los cielos.
Dios te salve, María, etc.
Ofrecimiento.
Oh Milagrosa Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, prosternados a vuestras plantas os encomendamos nuestros corazones, nuestros afectos, nuestros intereses, la salud de nuestros cuerpos, la salvación de nuestras almas, la paz de nuestras familias y el bienestar de nuestro pueblo. Velad por nosotros desde los cielos, apartadnos de todo peligro, endulzad nuestros pesares, santificad nuestros trabajos y colmadnos de vuestras gracias y virtudes, oh siempre Virgen y siempre Madre y siempre buena, María.
V. Oh María sin pecado concebida
R. Rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
Oración Final
Jesús, Dios nuestro, que quisiste esclarecer a tu bienaventurada Madre, la Virgen María, Inmaculada ya desde su origen, con multitud de milagros: Concédenos que por la invocación constante de su patrocinio consigamos las eternas alegrías del cielo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

DÍA PRIMERO
Amemos a María Inmaculada por su celestial hermosura

Comenzar con las oraciones de todos los días.
Una señal extraordinaria apareció en el Cielo: Una mujer vestida del sol, la luna debajo de sus pies, y en su cabeza una corona de doce estrellas.
¿Quién es esta mujer vista por San Juan en sus revelaciones sino la Reina de los Cielos, la misma que el 27 de Noviembre de 1830 realizó los deseos y las esperanzas de Sor Catalina de verla en su mayor hermosura? ¿Quién sino la mujer privilegiada, en la cual ha reunido Dios más perfecciones que en todas las obras de sus manos? ¿Quién sino su perfecta, su primogénita, su inmaculada, la que raya en los límites de lo infinito, la que ha alcanzado cierta igualdad con Dios, dice S. Bernardo, por la infinidad de sus perfecciones? Si, pues, tanta mayor influencia ejerce un objeto en nuestro corazón cuanto mas perfecto nos parece, ¿con qué ardor no deberemos amar a esta obra maestra de la omnipotencia divina? ¡Oh Madre del amor hermoso! Tomad de hoy para siempre posesión de mi alma, reinad en ella como en legítimo trono, y arrancad y destruid en sus términos cuanto no se compagine con vuestro amor. No quiero conveniencias ni placeres, ni seducciones que pueden separarme de Vos, sino amaros con todo mi corazón, para tener la dicha de veros algún día, como de vuestra bondad lo espero, en la patria de los escogidos.
Medítese lo dicho y con entera confianza en la Santísima Virgen, pídase la gracia particular que se desee obtener mediante su intercesión. Terminar con las súplicas, ofrecimiento y oración final.
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DÍA SEGUNDO
Amemos a María Inmaculada por su incomparable santidad
Comenzar con las oraciones de todos los días.
¿Qué son todas las perfecciones naturales de María comparadas con su santidad? Llena de gracia la llamó el Arcángel para darnos a entender que la medida de la plenitud de Cristo no se derramó en su alma gota a gota, como sobre las de los demás mortales, sino que desde el primer momento de su existencia vino a envolverla cual en inmenso océano de perfecciones; atreviéndose a decir los Santos Padres que, aun cuando muchas almas justas han acumulado abundantes méritos, a todas sobrepujó María en su Concepción, y aun cuando la perfección de los espíritus angélicos sea una elevada montaña cuya cúspide no alcanzan nuestros ojos, sobre ella se sientan los fundamentos de la santidad de María, y aunque Dios se vea atraído por el perfume de la virtud de sus siervos, ama más la orla del manto de su Madre que todas las gracias y méritos de las demás criaturas. ¿Quién no deducirá de aquí deseos ardientes de amar y venerar a tan excelsa Señora? Yo al menos, Virgen Inmaculada, quiero ser vuestro perpetuo esclavo, no contentándome con un aprecio sensible y estéril, sino procurando hacer en todas mis obras vuestra santa voluntad, para merecer en todo tiempo vuestras bendiciones y participar algún día de vuestra gloria.
Medítese lo dicho y con entera confianza en la Santísima Virgen, pídase la gracia particular que se desee obtener mediante su intercesión. Terminar con las súplicas, ofrecimiento y oración final.
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DÍA TERCERO
Amemos a María Inmaculada, porque es nuestra corredentora
Comenzar con las oraciones de todos los días.
No es sólo la consideración de las perfecciones y gracias de María lo que nos induce a amarla, es también el agradecimiento al sin igual beneficio que de tales perfecciones se nos ha derivado. Hijos de ira, descendientes de un padre proscrito, aun gemiríamos bajo el más abyecto de los cautiverios, si Dios en su infinita misericordia no hubiese determinado salvarnos, sirviéndose del pie virginal de esta Inmaculada Criatura para asestar el golpe de gracia que derribase de su trono a nuestro infernal tirano. Salve, pues, Virgen invicta, clamaremos una y mil veces, que comenzasteis con vuestra Concepción a triunfar de Lucifer; salve, brillante aurora, que anunciasteis el día de nuestra libertad; salve, arca de la alianza, que guardasteis en vuestro casto seno el alimento que nos había de dar la vida; salve, Madre de Jesucristo, que en el Calvario cooperasteis con vuestra sangre y con vuestros dolores a la obra de nuestra redención. ¿Cómo no amaros, Virgen gloriosa, si por vuestra mediación hemos recibido todos los bienes? ¿ Cómo no sacrificarnos por Vos, si por amor nuestro dejasteis sacrificar a vuestro Hijo, y sufristeis de buen grado los mayores tormentos? Quiero amaros, Señora, quiero ser vuestro en el tiempo y en la eternidad.
Medítese lo dicho y con entera confianza en la Santísima Virgen, pídase la gracia particular que se desee obtener mediante su intercesión. Terminar con las súplicas, ofrecimiento y oración final.
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DÍA CUARTO
Confiemos en María Inmaculada, que puede protegernos
Comenzar con las oraciones de todos los días.
Como los pobres y desvalidos, que buscan remedio a su necesidad, se dirigen a los ricos y poderosos, así nosotros, verdaderos mendigos de Dios, que sólo de limosna esperamos las gracias necesarias para nuestra santificación y salvación, recurrimos a María, celestial dispensadora de los tesoros divinos. Sabemos que por ser la Hija predilecta del Eterno Padre, la Madre Inmaculada de Jesucristo y la amantísima Esposa del Espíritu Santo, le corresponde en el Cielo la más encumbrada gloria; sabemos que se acerca al trono de la divinidad, no como sierva que pide, sino como señora, que manda, segura de que su Hijo Santísimo nada le podrá negar; sabemos que Dios ha dividido su imperio, y reservándose para sí propio el ejercicio de la justicia, ha entregado a su Madre la administración de la misericordia; y después de todo esto vemos a nuestra celestial Señora aparecer en la tierra cargada de gracias que se le escapan de las manos. ¿Cómo no confiar en Ella? Oh, sí, diremos con San Bernardo, Vos sois Madre de la misericordia, cuyos insondables abismos abrís, cuando, como y a quien os place, para que nadie tema por muchas que sean sus iniquidades, con tal de que a vuestro valimiento se acoja.
Medítese lo dicho y con entera confianza en la Santísima Virgen, pídase la gracia particular que se desee obtener mediante su intercesión. Terminar con las súplicas, ofrecimiento y oración final.

DÍA QUINTO
Confiemos en María Inmaculada, que quiere protegernos

Comenzar con las oraciones de todos los días.
¿Qué amor hay comparable al amor de una madre? ¿ Quién así se interesa, así se desvive, así se sacrifica por el más querido de sus prójimos como procura una madre el mayor bien del más ingrato de sus hijos? ¿Y no es María Santísima nuestra Madre celestial? ¿No hemos recibido la vida sobrenatural a costa de la sangre de Jesucristo, que era su propia sangre? ¿No nos adoptó en el Calvario por hijos de su dolor? No extrañemos, pues, que se apareciese a Sor Catalina con las manos amorosamente inclinadas hacia la tierra, y manifestándole deseos de que toda clase de personas se acerquen a Ella en demanda de las infinitas gracias que está dispuesta a conceder, antes bien, entreguemos nuestro corazón a sentimientos de confianza, y repitamos la frase de San Buenaventura: No temas, alma mía, que la causa de tu eterna salvación no se perderá, estando la sentencia en manos de Jesús, que es tu hermano, y de María que es tu Madre.
Medítese lo dicho y con entera confianza en la Santísima Virgen, pídase la gracia particular que se desee obtener mediante su intercesión. Terminar con las súplicas, ofrecimiento y oración final.
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DÍA SEXTO
Confiemos en María Inmaculada, que siempre nos protege.

Comenzar con las oraciones de todos los días.
Si María es omnipotente por la gracia como lo es Jesucristo por naturaleza; si sus amorosas entrañas de Madre no sufren un infortunio en sus hijos sin tratar de remediarlo; si tiene en el cielo perfecto conocimiento de lo que ocurre en la tierra, ¿cómo no hemos de estar seguros de su protección? ¿No acredita la experiencia de veinte siglos de cristianismo que la ha ejercido admirablemente en todos los países y con toda clase de personas? Desde el tiempo de los Apóstoles hasta hoy, ¿no ha sido siempre María la que ha alentado cuantas empresas redundan en gloria de Dios? ¿No ha fortalecido a los mártires, iluminado a los apologistas, sostenido la virtud de confesores y vírgenes, combatido todas la herejías e impiedades? ¿No ha sido siempre el consuelo de los afligidos, la salud de los enfermos, el remedio de todas las desgracias? ¿Y no acredita la historia de la Medalla Milagrosa que continúa nuestra Madre mostrándose tan pródiga en favor nuestro como en favor de nuestros mayores?. ¡Oh cuánta razón tenemos para repetir llenos de confianza la frase de San Buenaventura!: "Sirvamos siempre a esta celestial Reina, que jamás desatiende a los que en Ella confían."
Medítese lo dicho y con entera confianza en la Santísima Virgen, pídase la gracia particular que se desee obtener mediante su intercesión. Terminar con las súplicas, ofrecimiento y oración final.
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DÍA SÉPTIMO
A María Inmaculada deben recurrir las almas fervorosas
Comenzar con las oraciones de todos los días.
¡Dichosa el alma justa, para quien nada hay importante sino el amar a Dios y procurar su gloria, en quien satisfecha mora la augustísima Trinidad, por que ve en ella reflejadas sus divinas perfecciones! Muchos serán los tesoros de méritos que sucesivamente vayas acaparando, con los cuales habrá de coronarte el Juez supremo; pero te será preciso advertir que los llevas en muy frágil vasija, y que mientras estás en pie debes andar alerta para no caer, pues son muchos los enemigos conjurados contra ti. ¿Y quién podrá defenderte de ellos? ¿ Quién podrá sino tu Inmaculada Madre, a cuya protección tienes especial derecho por tu semejanza con su Santísimo Hijo, y porque promete amar a los que le aman? Si, pues, todos deben confiar en Ella, tú, alma fervorosa, que te esmeras en complacerla con el cumplimiento exacto de la divina voluntad, toma al pie de la letra las palabras de San Bernardo: "Encomiéndate a María, y no desconfíes: si su mano te sostiene, no caerás; si te protege, no te perderás; si es tu guía, te salvarás sin trabajo; si te defiende, llegarás indefectiblemente al reino de los bienaventurados."
Medítese lo dicho y con entera confianza en la Santísima Virgen, pídase la gracia particular que se desee obtener mediante su intercesión. Terminar con las súplicas, ofrecimiento y oración final.
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DÍA OCTAVO
A María Inmaculada deben recurrir las almas tibias

Comenzar con las oraciones de todos los días.
¡A qué triste estado de postración se ve reducida un alma tibia! ¡Con cuánta verdad puede de ella decirse que es desgraciada y miserable, y pobre, y ciega, y desnuda! Sus buenas obras carecen de mérito por no estar informadas de pureza de intención: sus continuos pecados veniales van secando el manantial de las gracias e incitan a Dios a vomitarla de su boca, y lo más lamentable de todo es que se ve arrastrada, sin sentirlo, al endurecimiento y la impenitencia, como se ven caer en el sepulcro ciertos enfermos atacados de dolencias crónicas que secretamente minan su organismo, sin que se note necesidad de aplicarles conveniente remedio. Abre los ojos, alma tibia; date cuenta de tu terrible enfermedad; acude a la que, con justicia, llamamos salud de los enfermos, suplicándole tu curación, y, a poco que excites tus deseos de amarla con más ardor y generosidad y de animar tu languidez y decaimiento, podrás decir con San Alfonso: "En Vos confío, Madre de Dios; estoy enfermo, pero Vos, Médico celestial, podéis curarme; estoy débil, pero vuestra ayuda, Virgen invicta, me devolverá la fortaleza; todo lo espero de Vos, porque todo lo podéis con Dios."
Medítese lo dicho y con entera confianza en la Santísima Virgen, pídase la gracia particular que se desee obtener mediante su intercesión. Terminar con las súplicas, ofrecimiento y oración final.
DÍA NOVENO
A María Inmaculada deben recurrir los pecadores
Comenzar con las oraciones de todos los días.
¡Pobres pecadores! ¡Cuán dignos son de compasión! Ilusionados con las apariencias de felicidad que sus culpas les ofrecen, no reparan en las graves injurias que a Dios infieren con su rebeldía, ni en la crueldad con que laceran el corazón de su Inmaculada Madre, ni en la responsabilidad que contraen, haciéndose dignos de los más espantosos castigos del Cielo para el tiempo y para la eternidad. ¿Quién dará luz a su entendimiento para que vean el abismo de males a que se hallan abocados, y energía a su corazón para aborrecer lo que aman y amar lo que miran con indiferencia? ¿Y quién aplacará al Juez supremo, justamente irritado con tantas prevaricaciones? ¿Quién sino nuestra compasiva Madre, llamada con justicia Refugio de pecadores, porque, como dice San Anselmo, acoge con afecto maternal al pobre pecador a quien todo el mundo desprecia? Acudamos, pues, a María, llenos de arrepentimiento y dolor de nuestras culpas; prometámosle sinceramente la enmienda, y Ella nos restituirá a la amistad de su Hijo.
Medítese lo dicho y con entera confianza en la Santísima Virgen, pídase la gracia particular que se desee obtener mediante su intercesión. Terminar con las súplicas, ofrecimiento y oración final.
 
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