novenas - NOVENAS GRUPO 40
 

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CONCLUSIONES

 

NOVENA AL SEÑOR DE LOS MILAGROS

ORACIÓN PREPARATORIA (Para todos los días)

 

Señor de los Milagros, venimos a invocarte en esta Novena. Nos trae el amor que te profesamos y queremos junto a ti, alimentar nuestro espíritu, para servirte mejor cada día. Nosotros creemos que Tú eres Dios como el Padre y el Espíritu Santo. Creemos que eres también hombre verdadero y fuente de vida y que de tu plenitud, recibimos todas las gracias. Creemos que te has encarnado, para que podamos conocerte y amarte como Tú conoces y amas al Padre. Pero muchas veces hemos empleado las cosas que nos rodean y nuestros sentidos y potencias para ofenderte. Perdónanos los pecados personales y también los pecados sociales que nos hacen perder energía para servirte y para construir un mundo más cristiano. Confiamos que tu misericordia nos dará un día del cielo y los medios que necesitamos para llegar a ti. Te amamos, Señor de los Milagros, y queremos amarte cada día más, para seguir haciéndolo eternamente en el seno de tu Padre y en el amor de tu Espíritu Santo.

 

PETICIONES

Pidamos ahora la gracia que deseamos alcanzar del Señor de los Milagros en esta novena.

(Se pueden rezar cinco Padrenuestros, cinco Avemarías y cinco Glorias a las llagas de Cristo). Y por tres veces la siguiente súplica:

¡Aplaca Señor tu ira, tu justicia y tu rigor, Por tu Santísima Madre, Misericordia Señor!

 

ORACIÓN FINAL (Para todos los días)

Señor de los Milagros, hemos querido acompañarte en este rato de oración porque queríamos estar contigo. Tú nos has dicho que eres nuestro amigo porque nos has revelado los secretos de tu Padre.

Queremos aprender tus palabras de vida eterna y para eso vendremos cada día de esta novena a beber la vida abundante que brota de tu corazón.

Señor de los Milagros, tenemos hambre y sed.

Hambre en nuestros cuerpos que sufren, pero sobre todo, sed infinita de amor en nuestra alma insaciable.

Gracias por permitirnos conocerte. Nosotros te prometemos comunicar a otros esta alegría de conocerte a ti, al Padre y al Espíritu Santo.

Seremos evangelizadores de la verdad más grande: Jesús está vivo y el Padre nos lo ha dado como Salvador.

Bendice a tu Iglesia: Que el Papa, nuestros Obispos y sacerdotes nos enseñen incansablemente tu Palabra y que su vida ejemplar nos arrastre hacia ti.

Que nunca el materialismo, la corrupción o las sectas destruyan la fé de nuestra Patria. Haz que nuestros gobernantes descubran el camino que nos lleve progreso y a la paz estables, para que nos sea más fácil servirte. Y que cada uno pueda tener el trabajo que necesita para ganar honradamente el pan del día.

 

Y tú, María, Madre del Señor de los Milagros y Madre nuestra, alcánzanos la gracia más grande, la de amar a Jesús, para que muriendo con Él al pecado resucitemos a una vida nueva que glorifique a nuestro Padre Dios.

 

 

Oración a la Santísima Virgen María (Repítase al final de cada Novena)

Oh ¡Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra! Por la gran bondad de vuestro maternal corazón oíd benigna los ruegos de todos nosotros que acudimos a vos, no nos abandonéis, dulcísima Virgen María ni consintáis en nuestra ruina y perdición.

Mirad con ojos de misericordia y compasión a nuestra ciudad de Lima y a todos sus moradores. ¿Qué sería de nosotros y qué valdría nuestras súplicas ante el Señor a quien tanto hemos ofendido, si no fuera por vuestra intercesión? Compadécete pues, misericordiosísima Madre nuestra, de estos desgraciados pecadores que, aunque tan ingratos, son hijos vuestros. Conseguidnos, una vez más el que hallemos gracia y misericordia delante del Señor: alcanzadnos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto Vos sabéis que necesitamos, principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades, la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo. Amen.

MEDITACIONES PARA CADA DÍA

 

DÍA PRIMERO

ENVIADOS POR LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Por ser cristiano, tú eres misionero, es decir, tienes que extender el Reino de Dios en el mundo.

Eso debe hacerte feliz porque ser misionero es trabajar dentro del plan de Dios, colaborar con Dios.

Piensa un momento en el misterio más grande, el de la Santísima Trinidad.

Sabemos que hay un solo Dios y en Él tres personas.

El Padre creó todo lo que existe para bien de la humanidad. Más aún, su amor fue tan grande que nos dio a su propio Hijo para que cargara sobre sí nuestros pecados. Jesús murió y resucitó; y una de las primeras cosas que hizo después de su ascensión fue enviarnos el Espíritu Santo que procede del Padre y de Él, para que continuara la proclamación del Reino de Dios. El día de Pentecostés el Espíritu Santo unió y fortaleció la Iglesia y se quedó con Ella para acompañarla como el gran misionero hasta que, purificada y bella, salga al encuentro de Jesús como una esposa fiel. Pero la Iglesia somos todos.

La Iglesia eres tú y por eso mismo, debes sentir que estás llamado por Dios a continuar la misión de Jesús.

En el trabajo, en la casa, en la calle, por todas partes debes sentirte misionero y repetir a todos las palabras de Juan Pablo II:

“Que Dios los ama y se halla presente en el corazón del hombre y en la historia humana”.

Así serás misionero y colaborarás con el mismo Dios.

 

 

DÍA SEGUNDO

EL ÚNICO MAESTRO

Se llama maestro al que enseña y discípulo al que aprende.

Jesús nos advierte: “No os dejéis llamar:”maestro” porque uno solo es vuestro Maestro”, (Mt.23,8)

El cristiano es un discípulo de Jesús. Así lo debiera ser, pero sucede frecuentemente que no aprendemos de Él.

Por ejemplo, cuando alguien te dá una cachetada y le contestas con otra. ¿De quién has aprendido? Del que te pegó. Ése es tu maestro. Pero si te dan una cachetada y pones la otra mejilla, has aprendido de Jesús que lo enseñó y practicó así.

En este caso Jesús es tu Maestro de verdad.

María, la hermana de Marta y Lázaro, se pasaba el tiempo sentada a los pies de Jesús. Era buena discípula, por eso el Señor la defendió ante sus hermanos.

El Señor de los Milagros enseñó multitud de cosas con si vida santa.

Si quieres decir de verdad que es tu Maestro, debes de aprender de Él.

El discípulo pasa horas a los pies del maestro para aprender.

Así cumplirás en tu vida las palabras de San Pablo: “Jesucristo es el primero en todo”. (Col.1,18)

 

 

DÍA TERCERO

EL PRIMER MANDAMIENTO

Un maestro de la Ley le preguntó a Jesús: ¿Qué debo hacer para conseguir la vida eterna?

Jesús le dice:

¿Qué está escrito en la ley, cómo lees?

El escriba recita el primer mandamiento:

“Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con todo tu espíritu; y a tu prójimo como a ti mismo.”

Jesús le contestó:

“Haz esto y vivirás”. (Lc 10,25-28)

Dios debe ser el primero en todo.

En tu pensar. En tu actuar. En los detalles de cada día.

En las preocupaciones....

Por eso la Iglesia te enseña a hacer todo (lo importante y sencillo) “en el nombrre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Rezando esa breve oración con mucha fé, puedes santificarte.

Nadie le puede quitar a Dios su puesto:

El que vive para emborracharse, el que vive para la pornografía o la prostitución y a ello dedica su tiempo y su dinero.

El que roba y exprime a los demás para sacarles el dinero en provecho propio....

Todos esos son idólatras porque le han quitado a Dios el primer lugar en su corazón.

El Señor de los Milagros te enseña a vivir para Dios.

Para Jesús el primero era siempre el Padre Dios. Decía: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió a llevar a cabo su obra”. (Jn 4,3)

Así te enseña a preocuparte ante todo del Reino de Dios y su justicia. Lo demás es muy relativo.

El primer mandamiento pide que vivas para Dios y hagas todo por Él y para Él. Pero házlo con alegría, porque “Dios ama al que dá con alegría”. (2Co 9,7)

 

DÍA CUARTO

EL NUEVO MANDAMIENTO

Jesús es el Maestro y nos ha enseñado también su mandamiento. Lo llama nuevo porque eso de amar, todos lo hacemos de una u otra forma y siempre hemos oído que tenemos que amarnos, pero la novedad del mandamiento de Jesús es que debemos amarnos como Él nos amó.

El amor de Jesús es algo serio y comprometedor:

En primer lugar nos dio su vida humana, muriendo por todos en la cruz. Él dijo “no hay amor más grande que éste: dar la vida por los amigos”.(Jn 15,13)

En segundo lugar nos dio la vida Divina dándonos a conocer las cosas que sabía del Padre, ya que como Él mismo dice: “En esto consiste la Vida Eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo”. (Jn 17,3)

Actuando así, Jesús nos enseñó con su vida el mandamiento del amor.

Debes vivir para los demás. Compartir con ellos los bienes materiales, tu formación humana, tu tiempo....pero también debes compartir la fé y los dones que el Señor te ha regalado.

El verdadero amigo no puede negar el regalo mayor:

El día en que todos los cristianos nos amemos de verdad, sabrán los hombres que ya llegó la salvación y que la Iglesia es de Jesús.

 

DÍA QUINTO

EL GRAN MANDAMIENTO

Poco antes de subir al cielo Jesús dijo a los suyos:

“Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id pues y haced discípulos a todas las gentes...”.(Mt 28,18-19)

No es fácil imaginar un mandamiento más fuerte que éste:

Jesús quiere decir: Yo mando en el cielo y en la tierra. Por eso les ordeno: ¡vayan!

Lo llamamos el gran mandamiento.

Pero estamos muy lejos de cumplirlo.

Juan Pablo II comienza su encíclica “La Misión del Redentor” con unas palabras muy serias:

La Misión de Cristo Redentor confiada a la Iglesia está aún lejos de cumplirse...” (RM 1)

¿No eres culpable tú que haya muchas personas que aún no saben  quién es Jesús)

¿No tienes la culpa de que muchos cristianos sólo lo sean de nombre?

El problema más grande que hay en la Iglesia es la falta de formación. Por eso hay tanta corrupción y tantas personas que caen en las redes de las sectas.

Hacen falta evangelizadores. Cada católico es un evangelizador desde que recibió el bautismo.

Ante la imagen del Señor de los Milagros, debes examinarte cómo cumples esta obligación.

¿No sientes que es un regalo muy grande que Jesús quiera que hagas lo mismo que Él?

Pues así es en verdad. Él ha dicho: “Como el Padre me envió, así os envío a vosotros”. (Jn 20,21)

 

 

DÍA SEXTO

LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

Jesús mandó: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación”. (Mc 16,15)

La Iglesia debe preocuparse por evangelizar eficazmente cada uno de los momentos de la historia.

En efecto, nos enseña el Concilio Vaticano II que “la Iglesia, por exigencia radical de su catolicidad, obediente al mandato de su Fundador, se esfuerza por anunciar el evangelio a todos los hombres” (A.G.1). Poco después el papa Pablo Vi decía que “la Iglesia vive para evangelizar”.

Esto es lo que el Papa Juan Pablo II ha comenzado a pedir con la Nueva Evangelización.  Primero se refirió a América Latina con motivo del V Centenario de la Evangelización. Luego lo ha pedido al mundo entero como preparación para el año 2000. Y finalmente quiere que toda la Iglesia se comprometa a remar mar adentro en este inmenso océano del nuevo milenio.

Tenemos que prepararle algo digno a Jesús para su fiesta. ¿Cuál será el regalo? ¡evangelizar!.

Preparar un mundo más cristiano y con más cristianos.

No se trata de proclamar un nuevo Evangelio, sino de anunciar de una manera más eficaz el único evangelio de Jesús.

Hay que proclamar que Jesús es el Señor con nuevo ardor, con nuevos métodos, expresiones y signos.

El mundo no puede perderse. Jesús es el Señor porque así lo quiso el Padre Dios y tú debes esforzarte para que esto sea una realidad.

Es la mejor promesa que le puedes hacer al Señor de los Milagros: comprometerte a evangelizar a tiempo y  a destiempo ton tu palabra y tu vida para ser uno de los evangelizadores del tercer milenio.

 

 

DÍA SÉTIMO

AHÍ TIENES A TU MADRE

Uno de los regalos del Señor de los Milagros fue darnos a su Madre como Madre de la Iglesia. Es decir, de cada uno de nosotros.

En efecto, cuando estaba para morir, fijó la mirada en su Madre que estaba al pie de la cruz y luego miró a su discípulo predilecto. Dijo a la Virgen: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. (Jn 19,26-27)

Juan la llevó a su casa, pero sería la Virgen quien cuidaría a Juan y le enseñaría tantas cosas bellas de Jesús que le convirtieron en el más amoroso de los discípulos.

La Iglesia desde el principio ha visto en esa escena del calvario un regalo que Jesús hacía no sólo a Juan, sino a todos los discípulos que tendría a lo largo en la historia.

María es el gran tesoro de la Iglesia. Ella como Madre, nos cuida y acompaña, nos invita a seguir a Jesús siempre y en todo.

Tú también debes cuidar tus relaciones con ella, procurando una devoción de fé profunda que no quede únicamente en el sentimentalismo.

La devoción que te pide la Iglesia consiste en que conozcas a la Virgen cada día mejor para poder quererla más.

La devoción que te pide la Iglesia consiste en que conozcas a la Virgen cada día mejor para poder quererla más.

Guiado por ese amor, procura imitarla y así te parecerás más a Jesús.

Nadie, como la Virgen, te puede ayudar a vivir la fé y a ser verdadero discípulo de Jesús.

 

DÍA OCTAVO

LA NUEVA ALIANZA

Podría decirse que toda la Biblia es la historia de una alianza de amor entre Dios y la humanidad.

La antigua alianza se realizó entre Dios e Israel y el acontecimiento más importante sucedió en el monte Sinaí.

Entonces Dios se comprometió a cuidar a su pueblo a condición de que Israel cumpliera sus mandamientos.

El pueblo aceptó diciendo: “Haremos lo que el Señor nos diga”. (Ex 24,3)

En aquel momento, Moisés roció con sangre de animales al pueblo y al altar y comenzó la alianza.

Pero “cuando llegó la plenitud de los tiempos” se acabó la primera alianza. El Padre Dios ya no acepta más víctimas que a su propio Hijo que murió por todos en la cruz.

Ésa es la sangre de la Nueva y Eterna Alianza, como recordamos diariamente en la Eucaristía.

No hay salvación fuera de Jesús ni sacrificio que agrade a Dios fuera de Él.

Participa con fé en la Eucaristía y cuando Jesús se inmole en el altar, ofrécete tú mismo al Señor y renueva la alianza que te une con Dios desde el bautismo.

Tu vida, unida a la de Jesús será agradable a Dios Padre.

 

 

DÍA NOVENO

LA FIDELIDAD

Empezar es fácil. Seguir, día a día, en lo prometido a Dios, nos cuesta mucho.

Israel, a través del desierto, perdió muchas veces la amistad con Dios.

Se volvía a los ídolos y Dios, con mucha paciencia y amor, lo volvía a llamar por medio de los profetas y pastores de Israel, incluso a veces le envió duras pruebas para hacerles regresar a la alianza.

En tu vida personal también encuentras muchas dificultades.

Comienzas con ilusión pero te cansas pronto.

A veces el pecado llama a tu puerta y dejas a Dios y todos los buenos propósitos que habías hecho.

Por algo decía Jesús: “el que persevere hasta el fin se salvará”.

Son muchos los que ponen la primera piedra y pocos los que inauguran las obras que empezaron. Hay que perseverar.

Pero la perseverancia es una gracia y en cierto sentido la más importante porque es como mantenerlas todas hasta el final.

Pide al Señor de los Milagros perseverar en medio de las pruebas de la vida.

Que seas fiel hasta el fin. Que no te canses de ser bueno(a).

Que la Virgen María, con su intercesión, te ayude a ser fiel a Dios hasta la muerte.
 

NOVENA NUEVE ROSAS PARA EL ALMA

Nueve Rosas para el Alma, es una novena “diferente” que queremos compartir contigo, para que durante estos nueve días nos sirva de guía en la oración, la meditación y para que nuestra Alma se encuentre más cerquita de Dios. Imaginemos ofrecer una rosa a nuestro amado Jesús, cada día por una intención diferente, formando así, el más hermoso ramo de oraciones, Palabra, sacrificios y meditaciones. Compartiremos cada día una oración, una Lectura de la Palabra, un escrito de Santa Teresita y una pequeña reflexión.

Pues como Santa Teresita nos dice:

“Toda mi fuerza se encuentra en la oración y en el sacrificio; esas son las armas invencibles que Jesús me ha dado, y logran mover los corazones mucho más que las palabras.”

Te esperamos el día 9 de cada mes para comenzar juntos a entregar nuestras rosas

Primer día - Una rosa para el amor a Dios

Santa Teresita, tú que eres modelo de humildad, de amor y de confianza en Dios, derrama sobre nosotros la lluvia de rosas que prometiste, esos favores y beneficios para amar más a Dios, así podremos, como tú, pasar nuestro Cielo haciendo el bien sobre la tierra.

Hoy te pedimos especialmente por (las intenciones recibidas en Lluvia de Rosas y tu pedido particular de este día), para que no hagamos más que la voluntad de Dios. Amén.

·Lectura de la Palabra: Sal 18, 1-4

“Yo te amo, Señor, mi fuerza, Señor, mi roca, mi fortaleza y mi libertador, mi Dios, el peñasco en que me refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoqué al Señor, que es digno
de alabanza y quedé a salvo de mis enemigos”.

·Dice Santa Teresita.

Tú sabes, Dios mío, que yo nunca he deseado otra cosa que amarte. No ambiciono otra gloria. Tu amor me estaba esperando desde mi infancia, ha crecido conmigo y al presente es un abismo cuyas profundidades no puedo sondear. El amor llama al amor. Por eso, mi amor me lanza a ti y quisiera colmar el abismo que lo atrae….

· Rezar Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.

Santa Teresita, intercede ante el Padre para que tengamos tu fuerza, tu entrega, tu valor, tu humildad y tu abandono en el Señor. Gracias por tu ejemplo, porque por ti comprendemos que se puede servir al Señor durante toda la vida, siendo testigos del Evangelio. Ayúdanos, no nos dejes solos. Amén.

·Meditación

 

-¿Que me lleva a mi a amar a Dios? ¿Me veo reflejado en las palabras de Santa Teresita?

Segundo día - Una rosa para el Amor a María

Santa Teresita, tú que eres modelo de humildad, de amor y de confianza en Dios, derrama sobre nosotros la lluvia de rosas que prometiste, esos favores y beneficios para amar más a Dios, así podremos, como tú, pasar nuestro Cielo haciendo el bien sobre la tierra.

Hoy te pedimos especialmente por (las intenciones recibidas en Lluvia de Rosas y tu pedido particular de este día), para que no hagamos más que la voluntad de Dios. Amén.

·Lectura bíblica: Jn 19, 25-27

“Junto a la cruz de Jesús estaba su
madre y la hermana de su madre, María,
mujer de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo
a quien él amaba, Jesús le dijo:
Mujer, aquí tienes a tu hijo. Luego dijo
al discípulo: Aquí tienes a tu madre. Y
desde aquella hora, el discípulo la recibió
en su casa”.

·Dice Santa Teresita


Cantar, Madre, quisiera porque te amo. Porque tu dulce nombre me hace saltar de gozo el corazón, y porque el pensamiento de tu suma grandeza a mi alma no puede inspirarle temor.
Te amo cuando proclamas que eres la siervecilla del Señor; del Señor a quien tú, con tu humildad, cautivas.
Ésta es la gran virtud que te hace omnipotente y a tu corazón lleva la Santa Trinidad.

· Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Santa Teresita, intercede ante el Padre para que tengamos tu fuerza, tu entrega, tu valor, tu humildad y tu abandono en el Señor. Gracias por tu ejemplo, porque por ti comprendemos que se puede servir al Señor durante toda la vida, siendo testigos del Evangelio. Ayúdanos, no nos dejes solos. Amén.

· Meditación

 

-¿Puedo decir como Santa Teresita que soy siervo del Señor?

Te esperamos mañana!!!

Ofreceremos una Rosa para la Fe

Tercer día - Una rosa para la fe

Santa Teresita, tú que eres modelo de humildad, de amor y de confianza en Dios, derrama sobre nosotros la lluvia de rosas que prometiste, esos favores y beneficios para amar más a Dios, así podremos, como tú, pasar nuestro Cielo haciendo el bien sobre la tierra.

Hoy te pedimos especialmente por (las intenciones recibidas en Lluvia de Rosas y tu pedido particular de este día), para que no hagamos más que la voluntad de Dios. Amén.

· Lectura bíblica: Mc 11,22-23

“Jesús le respondió: Tengan fe en Dios.
Porque yo les aseguro que si alguien dice
A esta montaña: Retiraré de ahí y arrójate
al mar, sin vacilar en su interior, sino
Creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá”.

·Dice Santa Teresita

Todas las grandes verdades de la fe producían en mi alma una felicidad que no era de esta Tierra…. Vislumbraba lo que Dios tiene reservado Para los que lo aman (pero no con los ojos del cuerpo, sino con los del corazón). Y viendo que las recompensas eternas no guardan la menor proporción con los insignificantes sacrificios de la vida, quería amar, amar apasionadamente a Jesús y darle mil muestras de amor mientras pudiera…..

·Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.

Santa Teresita, intercede ante el Padre para que tengamos tu fuerza, tu entrega, tu valor, tu humildad y tu abandono en el Señor. Gracias por tu ejemplo, porque por ti comprendemos que se puede servir al Señor durante toda la vida, siendo testigos del Evangelio. Ayúdanos, no nos dejes solos. Amén.

·Meditación.

 

¿Cómo es nuestra fe? ¿Confiamos plenamente en Dios y aceptamos sus designios?

Mañana…

Ofreceremos una Rosa para la Oración

Cuarto día - Una rosa para la oración

Santa Teresita, tú que eres modelo de humildad, de amor y de confianza en Dios, derrama sobre nosotros la lluvia de rosas que prometiste, esos favores y beneficios para amar más a Dios, así podremos, como tú, pasar nuestro Cielo haciendo el bien sobre la tierra.

Hoy te pedimos especialmente por (las intenciones recibidas en Lluvia de Rosas y tu pedido particular de este día), para que no hagamos más que la voluntad de Dios. Amén.

· Lectura bíblica: 1 Jn 5, 14-15

“Tenemos plena confianza de que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su voluntad. Y sabiendo que Él nos escucha en todo momento lo que le pedimos, sabemos que ya poseemos lo que le hemos pedido.”

·Dice Santa Teresita

Para mí la oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús.

·Rezar Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.

Santa Teresita, intercede ante el Padre para que tengamos tu fuerza, tu entrega, tu valor, tu humildad y tu abandono en el Señor. Gracias por tu ejemplo, porque por ti comprendemos que se puede servir al Señor durante toda la vida, siendo testigos del Evangelio. Ayúdanos, no nos dejes solos. Amén.

·Meditación

Santa Teresita, sabemos que la oración es un puente que nos acerca más a Dios; que con la oración nos ponemos en contacto con nuestro Padre, le expresamos nuestras emociones, nuestros miedos, nuestros secretos. Te pedimos que hagamos nuestras tus palabras y descansemos en Jesús, ya que de antemano sabemos que todo lo que le pidamos ya lo tenemos concedido si es para nuestro bien.

¿Cómo es mi oración? ¿Siento que mi oración me une a Jesús?

Quinto día - Una rosa para la Vocación

Santa Teresita, tú que eres modelo de humildad, de amor y de confianza en Dios, derrama sobre nosotros la lluvia de rosas que prometiste, esos favores y beneficios para amar más a Dios, así podremos, como tú, pasar nuestro Cielo haciendo el bien sobre la tierra.

Hoy te pedimos especialmente por (las intenciones recibidas en Lluvia de Rosas y tu pedido particular de este día), para que no hagamos más que la voluntad de Dios. Amén.

· Lectura bíblica: 1 Cor 1, 26-29

“Hermanos, tengan en cuenta quiénes son los que han sido llamados: no hay entre ustedes muchos sabios, hablando humanamente, ni son muchos los poderosos y los nobles. Al contrario Dios eligió lo que el mundo tiene por necio, para confundir a los sabios; lo que el mundo tiene por débil, para confundir a los fuertes; lo que es vil y despreciable y lo que no vale nada, para aniquilar a lo que vale. Así, nadie podrá gloriarse delante de Dios”

·Dice Santa Teresita

¡Jesús, amor mío, al fin he encontrado mi vocación! ¡Mi vocación es el amor!

· Rezar Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.

Santa Teresita, intercede ante el Padre para que tengamos tu fuerza, tu entrega, tu valor, tu humildad y tu abandono en el Señor. Gracias por tu ejemplo, porque por ti comprendemos que se puede servir al Señor durante toda la vida, siendo testigos del Evangelio. Ayúdanos, no nos dejes solos. Amén.

·Meditación

Gracias, Santa Teresita, por mostrarnos que nuestra vocación debe ser la del amor; que nuestra respuesta al llamado de Dios debe ser siempre amar, dar el corazón a cada paso, ser reflejo del amor Supremo que es nuestro Señor. Así, con el amor, seremos humildes y servidores de todos como nos pide Jesús.

-¿A qué nos llama Dios? ¿Cuál creo yo que es mi vocación?

 

 

Sexto día - Una rosa para la Entrega

Santa Teresita, tú que eres modelo de humildad, de amor y de confianza en Dios, derrama sobre nosotros la lluvia de rosas que prometiste, esos favores y beneficios para amar más a Dios, así podremos, como tú, pasar nuestro Cielo haciendo el bien sobre la tierra.

Hoy te pedimos especialmente por (las intenciones recibidas en Lluvia de Rosas y tu pedido particular de este día), para que no hagamos más que la voluntad de Dios. Amén.

· Lectura bíblica: Sal 31, 2-6

“Yo me refugio en ti, Señor,
¡que nunca me vea defraudado!
Líbrame, por tu justicia;
Inclina tu oído hacia mí
Y ven pronto a socorrerme.
Sé para mí una roca protectora,
Un baluarte donde
Me encuentre a salvo;
Porque tú eres mi roca y mi baluarte:
Por tu Nombre, guíame y condúceme.
Yo pongo mi vida en tus manos:
Tú me rescatarás, Señor, Dios fiel”.

· Dice Santa Teresita

Comprendí que en la perfección había muchos grados, y que cada alma era libre de responder a las invitaciones del Señor y de hacer poco o mucho por él. Entonces, como en los días de mi niñez exclamé: “Dios mío, yo lo elijo todo. No quiero ser santa a medias, no me asusta sufrir por ti, sólo me asusta una cosa: conservar mi voluntad. Tómala, ¡porque elijo todo lo que tú quieras!”

· Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.

Santa Teresita, intercede ante el Padre para que tengamos tu fuerza, tu entrega, tu valor, tu humildad y tu abandono en el Señor. Gracias por tu ejemplo, porque por ti comprendemos que se puede servir al Señor durante toda la vida, siendo testigos del Evangelio. Ayúdanos, no nos dejes solos. Amén.

· Meditación

Santa Teresita, llévame de la mano
En el camino de la entrega.
Haz que no flaquee mi voluntad, que mi decisión de entregarme a Dios por
Entero sea firme; que no me olvide
Que Él quiere siempre lo mejor para
Mí, por lo que no tengo nada que temer.

-¿Qué es la entrega? ¿A quién me entrego y por qué?

Septimo día - Una rosa para la humildad

Santa Teresita, tú que eres modelo de humildad, de amor y de confianza en Dios, derrama sobre nosotros la lluvia de rosas que prometiste, esos favores y beneficios para amar más a Dios, así podremos, como tú, pasar nuestro Cielo haciendo el bien sobre la tierra.

Hoy te pedimos especialmente por (las intenciones recibidas en Lluvia de Rosas y tu pedido particular de este día), para que no hagamos más que la voluntad de Dios. Amén.

· Lectura bíblica: Mt 11, 25-29

“Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio”.

· Dice Santa Teresita.

Jesús, cuando eras peregrino en nuestra tierra, tú nos dijiste: “Aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio”
Si, poderoso Rey de los cielos, mi alma encuentra en ti su descanso al ver cómo revestido de la forma y de la naturaleza del esclavo, te rebajas hasta lavar los pies a tus apóstoles. Entonces me acuerdo de aquellas palabras que pronunciaste para enseñarme a practicar la humildad: “Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes”.

· Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.

Santa Teresita, intercede ante el Padre para que tengamos tu fuerza, tu entrega, tu valor, tu humildad y tu abandono en el Señor. Gracias por tu ejemplo, porque por ti comprendemos que se puede servir al Señor durante toda la vida, siendo testigos del Evangelio. Ayúdanos, no nos dejes solos. Amén.

· Meditación

Ayúdanos, Santa Teresita, a ser humildes
Y mansos de corazón como lo fue Jesús.
Que no nos cueste hacernos servidores de los
Demás , sino que sea nuestro modo de vida.
Gracias porque en tu vida vemos el ejemplo
De la Humildad.

-¿Aspiro a la humildad? ¿En qué lo noto? ¿Hago sacrificios para llegar a ella?

Octavo día - Una rosa para la Misión

Santa Teresita, tú que eres modelo de humildad, de amor y de confianza en Dios, derrama sobre nosotros la lluvia de rosas que prometiste, esos favores y beneficios para amar más a Dios, así podremos, como tú, pasar nuestro Cielo haciendo el bien sobre la tierra.

Hoy te pedimos especialmente por (las intenciones recibidas en Lluvia de Rosas y tu pedido particular de este día), para que no hagamos más que la voluntad de Dios. Amén.

· Lectura bíblica: 2 Cor 4, 3-6

“Si nuestro Evangelio todavía resulta impenetrable, lo es sólo para aquellos que se pierden, para los incrédulos, a quienes el dios de este mundo les ha enceguecido el entendimiento, a fin de que no vean resplandecer el Evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor, y nosotros no somos más que sus servidores de ustedes por amor de Jesús. Porque el mismo Dios que dijo: Brille la luz en medio de las tinieblas, es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la Gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo”.

· Dice Santa Teresita

Tengo vocación de apóstol… Quisiera recorrer la tierra, predicar tu nombre y plantar tu cruz gloriosa en suelo infiel. Pero, Amado mío, una misión no sería suficiente para mí. Quisiera anunciar el Evangelio al mismo tiempo en las cinco partes del mundo, y hasta en las islas más remotas…
Quisiera ser misionera no sólo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo y seguirlo siendo hasta la consumación de los siglos…

· Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.

Santa Teresita, intercede ante el Padre para que tengamos tu fuerza, tu entrega, tu valor, tu humildad y tu abandono en el Señor. Gracias por tu ejemplo, porque por ti comprendemos que se puede servir al Señor durante toda la vida, siendo testigos del Evangelio. Ayúdanos, no nos dejes solos. Amén.

· Meditación

Santa Teresita, tú que eres Patrona de las Misiones, nos das ánimo en esta tarea de anunciar el Evangelio.


Intercede por nosotros ante nuestro Padre, para que no nos falte el temple necesario para hacer que todos conozcan a Dios.

-¿Soy misionero del Evangelio?¿ Qué hago para que todos conozcan la palabra de Dios? ¿Ayuda mi actuar cotidiano, mi ejemplo, a evangelizar?

Noveno día - Una rosa para la Santidad

Santa Teresita, tú que eres modelo de humildad, de amor y de confianza en Dios, derrama sobre nosotros la lluvia de rosas que prometiste, esos favores y beneficios para amar más a Dios, así podremos, como tú, pasar nuestro Cielo haciendo el bien sobre la tierra.

Hoy te pedimos especialmente por (las intenciones recibidas en Lluvia de Rosas y tu pedido particular de este día), para que no hagamos más que la voluntad de Dios. Amén.

· Lectura bíblica: 1 Cor 1, 4-9

“No dejo de dar gracias a Dios por ustedes, por la gracia que Él les ha concedido en Cristo Jesús. En efecto, ustedes han sido colmados en Él con toda clase de riquezas, las de la palabra y las del conocimiento en la medida que el testimonio de Cristo se arraigó en ustedes.
Por eso, mientras esperan la revelación de nuestro Señor Jesucristo, no les falta ningún don de la gracia. Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de la venida de nuestro Señor. Porque Dios es fiel, y Él los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor”.

· Dice Santa Teresita

¡Oh, Dios mío, Trinidad Santa!, yo quiero amarte y hacerte amar, y trabajar por la glorificación de la Santa Iglesia salvando a mis hermanos y hermanas. Deseo cumplir perfectamente tu voluntad y alcanzar el grado de gloria que tú me has preparado en tu reino. En una palabra, quiero ser santa. Pero siento mi impotencia, y te pido, Dios mío, que seas tú mismo mi santidad.

· Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.

Santa Teresita, intercede ante el Padre para que tengamos tu fuerza, tu entrega, tu valor, tu humildad y tu abandono en el Señor. Gracias por tu ejemplo, porque por ti comprendemos que se puede servir al Señor durante toda la vida, siendo testigos del Evangelio. Ayúdanos, no nos dejes solos. Amén.

· Meditación

Santa Teresita, hoy pedimos al Señor que podamos aceptar sus designios como tú lo hiciste. Que a pesar de cualquier dolor o sufrimiento, no dejemos de confiar en tu misericordia. El Padre que nos llama a ser santos hizo que tú nos precedieras en el camino. Gracias, Santa Teresita, por acercarnos a Jesús.

-¿Cómo concibo la santidad? ¿Cómo vivo la santidad en mi vida?

ORACIÓN A SANTA TERESITA PARA OBTENER UNA GRACIA

 

¡Oh Santa Teresita del Niño Jesús, modelo de humildad, de confianza y de amor! Desde lo alto de los cielos deshoja sobre nosotros esas rosas que llevas en tus brazos: la rosa de humildad, para que rindamos nuestro orgullo y aceptemos el yugo del Evangelio; la rosa de la confianza, para que nos abandonemos a la Voluntad de Dios y descansemos en su Misericordia; la rosa del amor, para que abriendo nuestras almas sin medida a la gracia, realicemos el único fin para el que Dios nos ha creado a su Imagen: Amarle y hacerle amar Tú que pasas tu Cielo haciendo bien en la tierra, ayúdame en esta necesidad y concédeme del Señor lo que Te pido si ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma. Así sea.

Rezar un Padre Nuestro.

 

Novena de preparación a la fiesta de Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia

 

Oración inicial

María Virgen y Madre nuestra, te proclamamos Madre de la Divina Providencia porque esa es la misión para la que fuiste escogida. Por tu humildad, conciencia y aceptaste llevar en tu seno la Palabra, Dios encarnado. Queremos imitar tu ejemplo, aprender de ti a vivir intensamente los misterios que tu Hijo nos reveló y a poner en práctica sus enseñanzas. Madre e inspiración de nuestra fe, intercesora en nuestras necesidades. Eres solidaria con la obra de Jesucristo y nos enseñas a proclamar la obra del Padre. Nos hacemos disponibles para que, a través de nosotros, se conozca la santidad y vivamos en gracia hasta que se complete nuestra vocación en la tierra y marchemos al Reino de la luz eterna. Amén

Primer Día

María modelo de la obediencia al Padre. Lc 1, 26-38

Oración:
Padre, has querido que nuestra relación contigo madure por la hermosa virtud de la obediencia como lo entendió María, joven doncella que, aún sin comprender la totalidad del misterio, se hizo dócil a la voz del ángel. Ponemos en tus manos nuestra vida, hágase en nosotros Tu palabra y abre nuestro entendimiento para comprender nuestra vocación.

Letanía:

María humilde

enséñanos a aceptar los designios del Padre para que se restablezca el orden de amor que dañó el pecado.

María obediente

El sí que diste al Padre nos abra el entendimiento para crecer en disponibilidad al ser llamados como apóstoles.

María a la escucha

Aunque tu entendimiento se nubló temporeramente no te acobardaste ante la novedad del misterio que se encarnaba en ti y te convertiste en parte de la historia de la salvación.

María fiel

Enséñanos a ser leales a los principios de nuestra religión que nos separa de los deseos y anhelos materiales y nos lleva a proclamar la esperanza en el triunfo del bien sobre el mal.

Padre Nuestro y tres Ave Marías.

Oración a la Providencia

Segundo Día
María causa de nuestra alegría. Lc 1, 39-45

Oración:
Madre de la Divina Providencia, así te reconoció tu prima Isabel. El niño que crecía en su seno saltó de alegría al sentir tu presencia. Cuánta alegría debe sentir un creyente cada vez que siente tu compañía. Cuánta felicidad para los niños, abandonados y ancianos al saber que no nos dejas solos. Si desesperamos es porque no creemos, como Isabel, en el signo de la misericordia del Padre que se fraguaba en tu vientre. Gracias Padre por la compañía que nos das en la presencia de María. Amén

Letanías:

María presta al servicio

que nos olvidemos de nuestras limitaciones y salgamos de nuestro encierro para asistir a otros.

María portadora de buenas noticias

al igual que tu dondequiera que asiste un cristiano todo se transforme en alegría y nuevas actitudes.

María compasiva

que aprendamos la más excelsa de todas las llamadas que recibimos; nuestro amor se torne sin límites y seamos compasivos con los necesitados.

María precursora del Nuevo orden

como Juan brincó en el vientre de Isabel así se establezca el orden y cesen las injusticias en la tierra.

Padre Nuestro y tres Ave Marías.

Oración a la Providencia

Tercer Día

El corazón inmaculado de María. Lc 2, 22-35

Madre pura y de corazón blando, así como te llegó a tus entraña la sentencia del anciano Simeón, continuamente llegan a nosotros noticias que nos causan dolor y hasta miedo. Con la misma profundidad y entrega con que enfrentaste lo que te deparó el futuro con Jesús que nosotros no nos acobardemos ante el dolor y las miserias humanas. Queremos tener un corazón blando pero firme. Queremos tener una voluntad decidida pero abierta al espíritu y aceptar que el dolor es purificador y tenemos que superar las rebeldías que la vida nos provoca contra el Padre.

Letanías:

María de corazón blando

que el nuestro sea como el tuyo para que esas sentencias que nos llegan no nos depriman ni nos enajenen.

María conciente

pudiste ver en fracciones de segundos tu futuro y no le temiste. Como tú queremos caminar sin miedo al futuro.

María dinámica

que nuestra fe no sea pasiva y se centre más bien en peregrinar con alegría hasta al Reino del Padre.

María misionera

que abramos nuestros ojos al futuro y nuestro corazón a la voluntad del padre para que la vida no nos tome por sorpresa.

Padre Nuestro y tres Ave Marías.

Oración a la Providencia


Cuarto Día

Protectora de la familia. Mt 2, 13-20

De la misma manera que te viste obligada a abandonar tu país y tu tierra para, con José, proteger al niño, que nuestras familias sean cubiertas bajo tu manto. Queremos aprender a ser responsables aunque nos duela tomar decisiones poco agradables. Todo lo que haya que hacer por la unidad y el bien de la familia debe ser parte de nuestra expresión de fe. Ser sacrificados por el amor tiene que ser parte de nuestra vocación cristiana. Que nos abramos fieles al Espíritu para que dicte nuestra ruta al cumplir con nuestros compromiso de bautizados.

Letanías:

María protectora

nuestros hogares son amenazados por la violencia y las divisiones enséñanos a mantenernos unidos y en paz.

María decidida

tenemos que tomar decisiones en la vida que nos cuestan pero son las correctas; que no tengamos miedo de decidir lo que es justo.

María comprometida

no podemos evadir las responsabilidades pues es de cristianos maduros asumir las consecuencias de amar como tu.

María desprendida

nos cuesta mucho soltar lo que tenemos sin medir si es por un bien mayor enséñanos a desprendernos de lo que nos ata al tiempo y al espacio.

Padre Nuestro y tres Ave Marías

Oración a la Providencia

Quinto Día

Madre de nuestro apostolado. Jn 2, 1-11

Así como acompañaste a Jesús y te convertiste en testigo de su ministerio público, hazte presente en la obra apostólica de la Iglesia. Nuestros movimientos parroquiales necesitan esa inspiración con la que acompañaste a los primeros apóstoles y las enseñanzas que compartiste con los primeros discípulos. Quiero ser apóstol de la verdad, de la justicia y proponer lo bueno y lo bello inspirado en tu entrega. Necesitamos aportar un dinamismo a la humanidad que se siente cansada y agobiada.

Letanías:

María evangelizadora

en ti se encarnó la palabra y luego la propusiste en nombre de tu hijo queremos ser fieles testigos y propulsores del nuevo orden en Jesús.

María maestro

fuiste la primera educadora de Jesús y de la fe de los apóstoles enséñanos a proponer la palabra con determinación.

María custodia

que cuidaste con celo de madre lo que nos propuso tu Hijo, tenemos que cuidar la gracia como al tesoro más valioso.

María defensora

queremos imitar tu ejemplo y no permitir que nada ni nadie destruya nuestra fe o nuestra Iglesia.

Padre Nuestro y tres Ave Marías

Oración a la Providencia

Sexto Día

Madre de la unidad. Jn 19, 25-27

Madre de nuestra unidad, tu Hijo te pidió que nos cuidaras como última recomendación antes de morir; no nos cabe la menor duda que, en todo momento, procuraste que los discípulos se mantuvieran unidos y activos. Hoy siguen apareciendo nuevas divisiones que amenazan con debilitar nuestra fe y la presencia de la Iglesia en el mundo. Por eso queremos reunirnos bajo tu manto y ser una sola Iglesia bajo un mismo Dios en un solo bautismo.

Letanías:

María consagrada a la unidad

si nos dividimos seremos vencidos por los enemigos por eso te aclamamos como Reina de nuestras comunidades.

María de la familia

la congregación básica es la familia y queremos seguir manteniéndola unida.

María de nuestras devociones

los que oran constantemente no experimentarán divisiones o desánimo en el comportamiento.

María de la comunidad

sabemos que asistías a la oración con los discípulos por eso la Iglesia se fue fortaleciendo y perseveró en la fe.

Padre Nuestro y tres Ave Marías

Oración a la Providencia

Séptimo Día

Madre del silencio y la meditación. Lc 2, 41-52

Madre, la mejor forma de entender es guardar silencio y meditar. Los misterios revelados por Jesucristo son únicos y sólo los podemos conocer en su profundidad cuando los meditamos y oramos sobre éstos. Pero sigue siendo el silencio el camino más íntimo al gran Misterio del Reino y cómo conocerlo. Guíanos con tu silencio por la ruta que nos trazó el Espíritu.

Letanías:

María orante

que aprendamos que no sólo oramos para conseguir favores del padre, si no más bien para conocerlo.

María celebrante

guardar los misterios en el corazón es celebrarlos y comprenderlos.

María universal

la meditación nos comunica con el gran acontecimiento del universo que sólo alcanzaremos cuando callamos y escuchamos la voz del Padre.

María inspiradora

nuestra oración la mueve el Espíritu pero en su santidad y ejemplo nos inspiramos para que fructifique.

Padre Nuestro y tres Ave Marías

Oración a la Providencia

Octavo Día

Madre de nuestra salud. Mt 12, 46-59

Madre, que al seguir de cerca el ministerio de Jesús promoviendo y dando salud a los necesitados queremos aprender a proclamar ese orden de salud a una humanidad llena de padecimiento físicos, morales y espirituales. Los que están enfermos por el pecado sanarán en su alma y los que estén enfermos del cuerpo, recobrarán.

Letanías:

María protectora de nuestra salud

los que tenemos el cuerpo sano también queremos sanar nuestra alma.

María de la confianza

enséñanos a confiar ciegamente en los milagros que día a día se dan a nuestro favor.

María de la luz

que nuestra alma no viva en tinieblas para que tengamos salud mental.

María del camino

que caminemos contigo por sendas correctas para que no tengamos que arrepentirnos de nuestras acciones.

Padre Nuestro y tres Ave Marías

Oración a la Providencia

Noveno Día

Madre de nuestra salvación. Lc 1, 46-55

El Señor ha hecho grandes obras en ti y a través de ti. Ha convertido el orden que los seres humanos habíamos distorsionado por el pecado. Por Eva la humanidad desobedeció y vino la muerte y condenación, por ti vino la palabra que nos redimió y la gracia que nos santificó. Santa Madre de la Divina Providencia alcánzanos el perdón nuestras culpas y la perseverancia en la gracia recibida.

Letanías:

María de la misericordia

que aprendamos a perdonar y tener misericordia con los demás.

María del perdón

sabemos que perdonaste a todos los que enjuiciaron y humillaron a tu Hijo queremos liberarnos de todos los rencores.

María de la reconciliación

no queremos volver a ofender al Padre con nuestras acciones.

María del reino

queremos llegar un día a esa luz admirable de la que gozan ya y un día aspiramos a conocer para siempre.

Padre Nuestro y tres Ave Marías

Oración a la Providencia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

NOVENA DE ROSARIO DE SANTA MARÍA DEL PINAR (PEDIDA POR LA VIRGEN)

 

 

En el Mensaje del 3 de enero de 2009, la Virgen María, en su advocación Santa María del Pinar, pidió una Novena de Rosario por mes.

Concretamente dijo "... pido novena del Rosario, hijos, si, deberéis hacer y os pido con todo amor una novena por mes..." Ver el mensaje completo a la vidente Ada aquí.

Vea la página de Pedidos de Oración a Santa María del Pinar.



COMO SE REZA LA NOVENA

Nueve
días seguidos se rezan los cinco misterios del Rosario correspondientes a ese día de la semana.


Se comienza diciendo que se reza “por las intenciones de Santa María del Pinar”, se hace la señal de la santa cruz, se reza un acto de contrición y el credo.

Posteriormente se enuncia un misterio, y se reza 1 Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria y las 2 jaculatorias. Y así para cada uno de los 5 misterios del día.

Y se finaliza con 1 Padrenuestro, 3 Avemarías, la Salve y la Oración a Santa María del Pinar. Se cierra con la señal de la cruz.


ORACIONES INICIALES

Rezamos este Rosario de la Novena por las intenciones de la Santísima Virgen María.

+ Por la señal de la santa cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios Nuestro

+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

+ Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí;
pero mucho mas me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como vos; antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente por tu santa gracia, no pecar mas y evitar las ocasiones próximas de pecado. Jesús mío, misericordia. Amen

+ Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, y en Jesucristo su Único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne, y en la vida eterna. Amén.



REZO DE CADA MISTERIO

Hoy rezaremos los Misterios…

+ Enunciación del Misterio. Ver aquí las lecturas de cada misterio para cada día de la semana

+ Misterios Gozosos (lunes y sábados). Ver aquí las lecturas.
+ Misterios Luminosos (jueves). Ver aquí las lecturas.
+ Misterios Dolorosos (martes y viernes). Ver aquí las lecturas.
+ Misterios Gloriosos (miercoles y domingos). Ver aquí las lecturas


Luego de la enunciación de cada misterio se reza:

+ Padrenuestro que estas en el cielo santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas así como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejen caer en tentación. Y líbranos del mal. Amén. (1)

+ Dios te salve María llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10)

+ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amen. (1)

+ Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío. (1)
+ Santa María del Pinar, ruega por nosotros. (1)



ORACIONES FINALES

En estas oraciones finales recemos por las almas del purgatorio, por el Santo Padre, los Obispos y Sacerdotes, por los Gobernantes de nuestro país y el mundo.

+ Padrenuestro que estas… (1)

+ Dios te salve María…(3)

+ Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clementísima, oh. piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén. (1)


ÚLTIMA: ORACIÓN A SANTA MARÍA DEL PINAR

+ Santa María del Pinar, Madre de nuestra Patria,
Virgen Inmaculada, Señora de El Pinar, confiados en tu bondad y en tu ternura queremos presentarte nuestra oración.
Mira Madre a tu País.
Aquí tienes nuestras casas, campos y ciudades, nuestras escuelas, fábricas y hospitales,
nuestros estadios, caminos y cárceles.
Queremos invocar tu protección sobre nosotros.
Haz que nunca falte el pan en nuestras mesas, ni cariño en los hogares.
Haz que siempre haya justicia en nuestras leyes, y respeto por cada ser humano.
Mira, Madre a nuestros enfermos, que te suplican la salud.
Mira a los pobres y a los tristes que piden justicia y alegría.
Mira a los abandonados y solitarios que buscan amor y comprensión.
Mira nuestras familias que necesitan diálogo y unidad.
Protege a nuestros niños y a los jóvenes, ampara a nuestros ancianos y no te olvides de los ausentes y viajeros.
Eres la Madre del Amor y la Esperanza.
Ere
s la Virgen del dolor, el perdón y la humildad.

Ayúdanos a confiar en el Padre.
Ayúdanos a seguir a tu Hijo.
Ayúdanos a escuchar al Espíritu y a amar a nuestra Iglesia.
Haz de nosotros un país de hermanos.  Amén.

+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

NOVENA DE SANTA BÁRBARA.

 

 

Novena a Santa Bárbara, virgen y mártir.

*
Jaculatoria: ¡Santa patrona mía, haced que yo conozca a Dios y a mí mismo!
Pater Noster, Ave María, Glória Patri.

*

Oraciones Inicial y Final.

 

 

Oración preparatoria para todos los días.

 

¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara, alegría de Dios y de sus ángeles, honra de la Santa Iglesia y consuelo de vuestros devotos, postrados a vuestros pies venimos a rendiros nuestros más sinceros homenajes por los muchos y grandes trabajos que por la fe y el amor a Jesucristo padecisteis!


¡Oh! Gran santa, lo sabemos, terribles, han sido las pruebas a que fueron sometidas vuestra fe, vuestra pureza virginal, vuestra fidelidad al esposo celestial de vuestra alma, pero gracias mil sean dadas a la piedad y bondad de nuestro Dios que en ninguna de ellas os ha dejado de su mano y que en todas ellas os ha asistido con su poderoso auxilio hasta que, consumado vuestro sacrificio, entregasteis vuestra alma santa en sus divinas manos.


¡Oh santa mártir de Cristo ahora que estáis en el Cielo descansando de los trabajos de la tan ruda jornada de vuestra vida, acordaos, os suplicamos, de aquellos devotos clientes vuestros que aún están empeñados en las luchas de la vida, rodeados, por todas partes, de enemigos y peligros! Acordaos que el Señor os ha prometido que ninguna cosa negaría a quien se la pidiere, por los méritos de vuestro martirio y preciosa muerte. Dignaos, pues, ser nuestra patrona y protectora, ahora y siempre; aceptad benignamente el humilde homenaje de nuestra confianza y haced que celebremos esta novena de una manera digna de vos y de la infinita majestad de aquel gran señor, a quien sea todo honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

*

Oración final


Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra, a vuestros fieles devotos que, reunidos en derredor vuestro, viene a exponeros sus necesidades y a pedir vuestros favores. Conseguidnos la gracia de una sincera conversión, dispensadnos vuestra constante protección contra todos los peligros del cuerpo y del alma, alcanzadnos la gracia de un verdadero y sincero amor a nuestro adorable Salvador Jesucristo, una sincera devoción a su sagrada pasión, y finalmente la gracia de acabar nuestros días en la paz y amistad de nuestro Dios, rindiendo el último suspiro entre los brazos de Jesús y de María.


¡Ah! Santa admirable, por el deseo vehementísimo que os consumía de alimentaros con el pan de los ángeles, y por la pena inmensa que experimentasteis al veros privada de esta consuelo en la hora de vuestra muerte, os rogamos, nos consigáis igual hambre y sed de este divino alimento en vida y que no nos veamos privados de él en la muerte.
Oh, santa incomparable, conseguidnos la ciencia de los santos, el desprecio de todas las vanidades del mundo y haced que vuestro lema ¡sólo Dios! ¡sólo Dios!, sea también el nuestro; que sólo para Dios viva nuestro corazón, a Él sólo ame, sólo por él anhele, así en la vida como en la muerte, así sea. Amén.

 

PRIMER DIA

 Per signum Crucis…
Señor Mío Jesucristo….

Oración preparatoria para todos los días.


¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...

Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Mathaeum 5, 14-16.


Reflexión: Dice San Agustín que la primera operación de la gracia divina en un alma es hacerle reconocer su propia fragilidad, por cuanto todo lo que es y puede lo ha recibido de Dios, sin mérito ninguno propio, y sin el auxilio de su gracia, nada es y nada vale (In Ps. 38, nº 18).


Con este afán, y con estas santas disposiciones buscó a Dios nuestra santa y por lo mismo lo encontró tan pronto en medio de las espesas tinieblas del paganismo que la rodeaban.


Jaculatoria: ¡Santa patrona mía, haced que yo conozca a Dios y a mí mismo!


Prácticas:

1) Ser asiduo en oír las palabras de Dios en los días festivos;

2) leer con frecuencia algún libro espiritual y, especialmente, la vida de nuestro adorable Salvador Jesucristo;

3) mandar a los hijos a escuelas cristianas, procurar que aprendan y sepan bien la doctrina y los rezos y acostumbrarles a la práctica de la oración.


Pater noster, Ave María, Glória Patri...

 

Oración final

Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...

 

SEGUNDO DIA

 

Per signum Crucis...
Señor Mío Jesucristo...

Oración preparatoria para todos los días.

¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...

Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Mathaeum 5, 43-48.


Reflexión: Para que los hombres no erraran jamás en la fe, Dios ha instituido la Iglesia docente compuesta de pastores y doctores, que por sucesión nunca interrumpida, ha de perpetuarse hasta el fin del mundo. El que les escucha se salva; el que no les escucha se condena.
Santa Bárbara buscó la luz y la salud eterna, no en las vanas teorías del saber humano como los incrédulos pagados de sí mismo, no en la interpretación privada de las Escrituras. Ella para dar con la verdad religiosa, se dirige al ministerio sagrado de la Iglesia de Cristo, única intérprete del sentido de la palabra divina.


Jaculatoria: ¡Oh, patrona mía, Santa Bárbara, por el mérito del sacrificio que habéis ofrecido a Dios al abrazar nuestra santa fe hacednos fuertes para practicarla y defenderla!


Prácticas:

1) Profesar a la Iglesia un amor entrañable como a la Esposa de Jesucristo;

2) promover sus intereses con cuantos medios están a nuestro alcance;

3) honrar a sus ministros por consideración y respeto a Jesucristo a quien representan; orar por ellos y por la Santa Iglesia.

Pat
er noster, Ave María, Glória Patri...

Oración final.
Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...

 

 

TERCER DIA

Per signum Crucis...
Señor Mío Jesucristo...


Oración preparatoria para todos los días.

¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...

 

Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Mathaeum 6, 19-21.


Reflexión: El apóstol San Pablo, en varios pasajes de sus epístolas, decía a los cristianos por él convertidos a la fe de Jesucristo que el bautismo les obligaba a renunciar al mundo y al pecado y a vivir como sepultados con Jesucristo.
Conforme a estas enseñanzas, Santa Bárbara, junto con el pecado original, dejó sepultados en la fuente bautismal todas las afecciones y todos los deseos de nuestra viciada naturaleza para no vivir ya sino una vida enteramente oculta en Jesucristo y para Jesucristo.


Jaculatoria: ¡Señor, por los méritos de vuestra sierva, Santa Bárbara, concededme la gracia de convertirme enteramente a vos!
Prácticas: 1) Recordar con frecuencia las obligaciones que impone el santo bautismo y poner verdadero empeño en cumplirlas; 2) borrar las faltas cometidas con una sincera penitencia, particularmente por medio de la buena y frecuente confesión.


Pater noster, Ave María, Glória Patri...


Oración final

Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...

 

CUARTO DIA

Per signum Crucis…
Señor Mío Jesucristo….

Oración preparatoria para todos los días.
¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...

Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthaeum 7, 7-11.


Reflexión: Dice el apóstol San Pablo: La gracia está con todos los que aman a Nuestro Señor Jesucristo con un corazón incorrupto y puro (Efesios 6; 24). Dios es celoso del homenaje de nuestro espíritu; pero lo es aún más de nuestro corazón. El quiere ser el objeto de todos nuestros afectos y el fin único de toda nuestra vida. La causa de tantas impurezas que contaminan al mundo es el amor desordenado del hombre, ya a sí mismo, ya a las criaturas. La soberbia, sobre todo, que es la impureza del espíritu, atrae sobre sí la ira de Dios y tiene por efecto ordinario, según el apóstol, y como castigo de ella, la impureza de la carne (Romanos 1; 21).


Jaculatoria: ¡Señor, por los méritos de vuestra sierva, Santa Bárbara, cread en mí un corazón puro!


Prácticas: Tomar los medios de guardar la santa pureza de cuerpo y espíritu como son: 1) huir de las ocasiones próximas de pecar, de las malas compañías y de la ociosidad, que es la madre de todos los vicios;

2) practicar la oración, y tener una tierna devoción a María Santísima, madre de toda pureza y a la frecuente recepción de la sagrada comunión que es el pan de los escogidos y el vino que engendra vírgenes (Zacarías 9; 19).


Pater noster, Ave María, Glória Patri...


Oración final.

Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...

 

(día quinto)

Per signum Crucis…
Señor Mío Jesucristo…


Oración preparatoria para todos los días.

 

*

Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthaeum 7, 13-20.


Reflexión: “El hombre celoso por la casa de Dios, dice San Agustín, pone empeño en corregir el mal que en ella repara, desea quitarlo sin darse punto de reposo en tan santa tarea y, caso que no pueda hacer nada para ello, lo sufre gimiendo”.


El celo es el primer efecto del amor de Dios, así como lo es del fuego, la llama.
Santa Bárbara amó mucho a Jesucristo; y por eso admirable fue su celo. Lo ejerció comenzando por sí misma, mortificando sus sentidos y destruyendo en sí cuanto pudiera desagradar a su divino esposo; -lo ejerció convirtiendo la torre que habitaba en una casa de oración-, lo ejerció trabajando, aunque infructuosamente, en la conversión de su padre; lo ejerció haciéndose a sí misma víctima de amor a su Dios; lo ejerció finalmente, extendiendo su caridad a todos sus devotos, impetrándoles la gracia de no morir sin los últimos auxilios de la santa religión.

 

Jaculatoria: ¡Oh! Santa muy amada, haced que en todas las cosas no mire ya más que el honor de mi Dios y el bien espiritual de mis prójimos!


Prácticas:

1) Trabajar constantemente en corregir los defectos propios y combatir la pasión dominante;

2) ejercer las obras de misericordia mirando en el prójimo, al mismo Jesucristo;

3) tener a honra pertenecer a aquellas sociedades en que se hace profesión de practicar la piedad.

 

Pater noster, Ave María, Glória Patri...

 

SEXTO DIA

Per signum Crucis…
Señor Mío Jesucristo…


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...

*

Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Mathaeum 9, 14-17.


Reflexión: El mundo es esencialmente enemigo de Jesucristo y de su doctrina. Si fueseis del mundo, decía el Salvador a sus discípulos, el mundo os amaría como cosa suya; pero como no soy del mundo…por eso el mundo os aborrece (Juan 15; 19).


Es imposible quedarse indiferente entre Jesucristo y el mundo, o tomar partido por ambos, a la vez. Quien elige a Jesucristo con su cruz, el mundo le aborrece y odia, y quien se da al mundo y a sus pompas, le rechaza Jesucristo.


Santa Bárbara fue perseguida por quien menos era de esperarlo, experimentando en sí misma esa sentencia del Salvador: Los enemigos del hombre serán las personas de su propia familia (Mateo 16; 36). ¡Ay! Cuántos padres de familia, lejos de conducir a sus hijos por el camino del cielo, son los primeros en apartarlos de él.


Jaculatoria: ¡Oh! Santa patrona mía, hacedme fuerte contra el mundo y contra mí mismo para que sea servidor fiel de mi Señor Jesucristo.


Prácticas: Si quieres librarte de la esclavitud del mundo:

1) no te suscribas a ningún periódico que no sea sinceramente respetuoso de la fe, y abstente de toda lectura contraria a la religión o buenas costumbres;

2) profesa siempre con toda entereza tus creencias y guárdate de todo respeto humano ante los secuaces del mundo; retráete de todas las fiestas y espectáculos en que no se respeten las reglas de la honestidad cristiana.

 

Pater noster, Ave María, Glória Patri...

 

 

Oración final.

Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...

 

SEPTIMO DIA

Per signum Crucis…
Señor Mío Jesucristo…


Oración preparatoria para todos los días.

¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...

*

Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthaeum 10, 28-33.


Reflexión: El reino de los cielos, dice el Salvador, se alcanza a viva fuerza, y los que se hacen violencia a sí mismos son los que lo arrebatan (Mateo 11, 12). Según esto, sólo los que combaten el buen combate del Señor, tienen derecho a aquel reino y, en manera alguna, los cobardes y desidiosos. Mucho menos lo habrán de poseer los que llevan una vida toda de placeres y deleites.

 


Si Santa Bárbara se hizo tan fuerte contra tan terribles suplicios, sin que su ánimo jamás desmayara, es que no se dejó impresionar tanto de lo que le atormentaba cuanto del premio que esperaba.


Jaculatoria: ¡Oh! Santa patrona mía, libradme de toda cobardía, inconstancia y desidia en el servicio de Dios!


Prácticas:

1) Guiarse siempre por esta máxima de San Crisóstomo que, en la adquisición de la virtud, el camino más expedito es no mirar los trabajos solos, ni el premio solo, sino el premio vinculado a los trabajos;

2) ofrecerse con frecuencia a Dios para aceptar generoso todos los trabajos y todas las aflicciones de la vida presente como medio de ganar la vida eterna.

 

Pater noster, Ave María, Glória Patri...

 

*

Oración final.

Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...

 

OCTAVO DIA 

Per signum Crucis…
Señor Mío Jesucristo…


Oración preparatoria para todos los días.

¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...

*

Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthaeum 11, 25-30.


Reflexión: Hay un precepto que Dios no cesa de inculcar en las Sagradas Escrituras y que él mismo declara ser el principio de toda verdadera sabiduría, un inmenso tesoro y un paraíso de bendiciones, un precepto a cuyo cumplimiento el Señor promete su más decidida protección y su fortísimo apoyo; y este precepto es el del santo temor de Dios, es decir, del temor de desagradarle aun con la más leve ofensa.


Santa Bárbara no conocía otro temor. No temía la muerte más dolorosa, no temía ni los más horrorosos instrumentos de suplicio…, pero temía, sí, ser abandonada del Señor. Y por esto, en medio de sus más crueles tormentos, sin cesar, hace actos de profunda humildad y de anonadamiento de sí misma, no buscando su fortaleza en sí propia, sino en la infinita bondad del Señor.


Jaculatoria: Señor, por los méritos de vuestra sierva, Santa Bárbara, llenadme siempre de vuestro santo temor.

 

Prácticas:

1) Combatir los enemigos del santo temor de Dios que son:

            a) la soberbia que impide reconocer la propia indignidad y miseria;

            b) la presunción que espera la salvación, sin precaverse contra el pecado y las ocasiones de pecado;

2) pedir sin cesar ese don al Espíritu Santo;

3) esforzarse por adquirir los sentimientos de compunción y de penitencia.


Pater noster, Ave María, Glória Patri...

 

*
Oración final.

Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...

 

NOVENO DIA   

Per signum Crucis…
Señor Mío Jesucristo…


Oración preparatoria para todos los días.

 

¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...

Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthaeum 27-45-54.


Reflexión: Fuerte es el amor como la muerte (Cantares 8; 6).


Entre los verdugos que atormentaban a nuestra santa el más fuerte de todos era su intensísimo amor a Jesucristo crucificado. El espectáculo del divino crucificado que ella tenía siempre presente en su memoria, producía incendios de amor hacia él y le movía a querer padecer por él.


Ese amor superior a todos los tormentos, no sólo le hacía fuerte contra todos ellos, sino que también se los hacía deseables como un bien preciosísimo, y, al sufrirlos se le llenaba el corazón de regocijo. Parecerse a su Divino Maestro en la cruz, he aquí todo su anhelo y el motivo de su gozo.


Jaculatoria: ¡Oh santa patrona mía, haced que yo me penetre de los ejemplos de Jesucristo y de los vuestros para imitarlos!

Prácticas:

1) Considerar con frecuencia el amor que Jesucristo nos ha tenido en su sagrada pasión; 2) hacer frecuentes actos de amor a tan buen maestro;

3) asemejarnos a él con la imitación de sus virtudes;

4) aceptar las tribulaciones y aflicciones de la vida como un partecita de su cruz y considerarnos muy honrados cuando el Señor nos los envía;

5) escoger a Santa Bárbara por patrona nuestra en la penosa travesía por el borrascoso mar de este mundo.

Pater noster, Ave María, Glória Patri...

Oración final.

Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...

 

 

Novena de Santa Clara de Asís

 

Oración preparatoria para todos los días.-


Seráfica virgen Maria mía Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcances el perdón de mis pecados, para que como tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su sangre redentora, derramar mi alma en la suya divina, y quedar deificado como tu, al contacto misterioso de sus resplandores eucarísticos.


Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha participe de su naturaleza divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amen.-


DIA PRIMERO

Salve a ti, dulcisima virgen Clara, celestial cultivadora de azucenas eucarísticas, simbolizadas en el coro de purísimas vírgenes que tu fundaste para hacer la corte de honor al Rey de la Majestad oculto bajo la divina fragilidad de la hostia. Por este singular privilegio, te ruego derrames sobre tus vírgenes y sobre el mundo entero tu seráfico espíritu para que amando y adorando en espíritu y en verdad, tan augusto Sacramento, lleguemos a adorarle contigo en el eterno festín de la gloria, Amen.

( Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria. Lo mismo al final de cada día. )


DIA SEGUNDO

Seráfica virgen y Madre mía, Santa Clara, por los actos de amor, humildad y demás virtudes con que engalanabas tu bella alma para recibir a tu Dios hecho Hostia, alcánzame la gracia de acercarme siempre llena de celestial pureza a recibir tan divino manjar, que embellece y fortifica las almas. Amen

DIA TERCERO

! Madre dulcísima! Clara divina, roca de fortaleza indestructible. Por la valentía sobrehumana con que libraste a tus virgenes de la atrevida invasión de los sarracenos, tomando en tus manos virginales la Santa Custodia, por los esplendores divinos que ella y tu rostro despedían, con los cuales huyeron despavoridos, alcánzame el espíritu de amor y perpetua adoración, para que yo también merezca oír como tu y tus afortunadas hijas aquella consoladora promesa de mi Dios: Yo seré siempre vuestra custodia “. Amen.

DIA CUARTO

!Misericordiosa Madre Santa Clara! Por tu profunda oración llena de humildad, con que libraste tu ciudad de las manos de sus enemigos, libra nuestra patria de la guerra y el terrorismo, y nuestras almas de las furias de los enemigos visibles e invisibles. Amen.


DIA QUINTO

!OH virgen Clara ! Circundada de divinas claridades; por la dulcedumbre que gustabas cuando al comulgar se recreaba el Divino Niño Jesús en tus virginales brazos, obtenme el don precioso de la contemplación que diviniza, anticipándonos la gloria celestial. Amen.


DIA SEXTO

!OH divina Madre Mía Santa Clara! Atráeme por la suavidad de tus goces eternales y correré animosamente en pos de tus huellas, amando intensamente y abrazándome con la celestial pobreza, con la pureza angelical, y con la obediencia amorosa, signos de predestinación. Amen.


DIA SEPTIMO

Ardentísima amante del corazón de Cristo, en cuyo piélago de amor misericordioso navegaste hasta morir de amor, haz que la barquilla de mi alma, transite también por ese mar de fuego, hasta llegar a la plenitud de vida divina que me ha sido trazada eternamente. Amen


DIA OCTAVO

!Oh seráfica Virgen Clara! En tu alma de querubín residió plena y constantemente el Espíritu Santo; y sus alas de cambiantes y divinos colores batiéndose en continuo movimiento, ceñían tu candorosa frente después de acercarte al banquete eucarístico. Por privilegio tan insigne, dispón mi pobrecita alma, para que llegue a estar pronto, bajo el influjo transformador y adorable del Divino Espíritu. Amen.


DIA NOVENO

Tu alma , candor de azucenas celestiales, !OH excelsa virgen Clara ! derramose suave y deliciosamente en el alma divina de la celestial Madre de Jesús, la cual te colmo de caricias maternales en el destierro; y acompañada del radiante coro de las virgenes, bajo a llevarte el eterno descanso. Por gracia tan singular te suplico que al declinar las sombras de mi vida, vengas acompañada de la celestial Princesa a recoger mi espíritu, para trasportarlo a las dulces playas de la eternidad. Amen


ORACION FINAL PARA TODOS LOS DIAS

Acuérdate! Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Virgen Maria delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-

Rezar esta novena con FE porque hace milagros por imposibles que estos sean. Es aconsejable encender una velita blanca a Santa Clara todos los días, y pedir con Fe.

Yo personalmente deseo propagar la Fe de esta novena por los muchos milagros que Santa Clara me ha hecho
 
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