novenas - NOVENAS GRUPO 36
 

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CONCLUSIONES

UNA NOVENA DE CINCO DÍAS POR LOS SACERDOTES A SAN JUAN MARÍA VIANNEY

PRIMERA ORACIÓN

 Querido San Juan-María Vianney, Cura de Ars, dirígete al Inmaculado Corazón de María. Pídele que interceda por nosotros ante Su Amado Hijo. Concede que a todos los sacerdotes se les dé una divina interiorización en las almas de aquellos que tienen a su cargo. Dales perseverancia y fortaleza para enfrentar sus deberes sacerdotales. Mantenlos a salvo de la perversidad del mundo. Amén.

Avemaría...

SEGUNDA ORACIÓN

 Querido San Juan-María Vianney, Cura de Ars, toca a los sacerdotes del mundo con un gran celo por las almas. Acércalos al Divino Corazón de Jesús, tan inflamado de amor por la humanidad. Dales la gracia para discernir lo que es mejor para cada alma que ellos toquen. Dales paz de mente y corazón. Amén.

Avemaría...

TERCERA ORACIÓN

Querido San Juan-María Vianney, Cura de Ars, pídele a Jesús que otorgue a todos los sacerdotes un gran amor por la pobreza, como tú, para que puedan alcanzar la riqueza de los dones del Espíritu Santo. Te lo pedimos en el Santísimo Nombre de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Amén.

Avemaría...

CUARTA ORACIÓN

 Querido San Juan-María Vianney, Cura de Ars, intercede en nombre de todos los sacerdotes. Ayúdalos a perseverar en una vida que sea santa, respetando sus votos y, sobre todo, en hacer penitencia por la conversión de su rebaño. Te lo pedimos humildemente. Toca el Inmaculado Corazón de María con nuestra súplica. Amén.

Avemaría...
QUINTA ORACIÓN

Querido San Juan-María Vianney, Cura de Ars, mantente atento a las necesidades de tus hermanos sacerdotes. Intercede en nombre de todos los sacerdotes y ruega a Jesús, por medio del Inmaculado Corazón de María, para que tus hermanos reciban lo mejor de todo, el don del amor. Amén.

Avemaría...

NOVENA DE CINCO DÍAS A MARÍA REFUGIO DEL AMOR SANTO PARA INCREMENTAR LA CONFIANZA

PRIMER DÍA

 Dulcísima María, Refugio y Protectora nuestra, aumenta en nosotros las virtudes de la fe, la esperanza y el amor para que no falle nuestra confianza en Ti. Amén.

Oración
María, mi Madre, Protectora y Refugio, Tu Inmaculado Corazón es nuestro puerto seguro en cualquier tormenta. Manifiesta ahora el poder que Dios te ha dado en repuesta a esta súplica: María, Protectora de la Fe y Refugio del Amor Santo. Amén.

SEGUNDO DÍA

Queridísima María, Tú eres Protectora y Refugio nuestro. Escóndeme en el lugar más recóndito de Tu Corazón, el cual es el amor puro. Protégeme de las trampas y tentaciones de Satanás. Ayúdame a conformarme con la Divina Voluntad de Dios en cada momento presente. Amén.

Oración
María, mi Madre, Protectora y Refugio, Tu Inmaculado Corazón es nuestro puerto seguro en cualquier tormenta. Manifiesta ahora el poder que Dios te ha dado en repuesta a esta súplica: María, Protectora de la Fe y Refugio del Amor Santo. Amén.

TERCER DÍA

María, mi Madre, Protectora y Refugio, ábreme los lugares más íntimos de Tu Corazón. Purifica mi alma —pobre pecador que soy— en la Llama de Tu Corazón. Te rindo ahora todos mis pecados, aquello que me lleva a pecar, y toda mi falta de confianza. Ayúdame a conformarme con la Divina Voluntad de Dios. Amén.

Oración
María, mi Madre, Protectora y Refugio, Tu Inmaculado Corazón es nuestro puerto seguro en cualquier tormenta. Manifiesta ahora el poder que Dios te ha dado en repuesta a esta súplica: María, Protectora de la Fe y Refugio del Amor Santo. Amén.

CUARTO DÍA

María, mi Madre y Refugio, permite que la gracia de Tu Corazón, el cual es el Amor Santo, se vierta en mi alma así como la luz del sol salpica la faz de la tierra. Ilumina mi corazón para que vea las formas en que puedo mostrarle a Jesús que lo amo más y, así, avanzar más en la santidad personal. Amén.

Oración


María, mi Madre, Protectora y Refugio, Tu Inmaculado Corazón es nuestro puerto seguro en cualquier tormenta. Manifiesta ahora el poder que Dios te ha dado en repuesta a esta súplica: María, Protectora de la Fe y Refugio del Amor Santo. Amén.

QUINTO DÍA

María, Refugio del Amor Santo, al terminar esta novena, ten la bondad de darnos la gracia del cumplimiento de nuestra petición de acuerdo a la Voluntad del Padre Eterno. Después concédenos la gracia de aceptar la Divina Voluntad de Dios tal como Él la manifieste. Amén.

Oración
María, mi Madre, Protectora y Refugio, Tu Inmaculado Corazón es nuestro puerto seguro en cualquier tormenta. Manifiesta ahora el poder que Dios te ha dado en repuesta a esta súplica: María, Protectora de la Fe y Refugio del Amor Santo. Amén.

 

 

NOVENA DE CONFIANZA INFANTIL

(Esta novena se reza cada hora por nueve horas consecutivas en el mismo día.)


OH Jesús, que habéis dicho "Pedid y se os dará, buscad y hallareis, llamad y se os abrirá," por la intercesión de María Vuestra Santísima Madre, yo llamo, yo busco, yo os pido que me concedáis esta gracia. (Petición.)
OH Jesús, que habéis dicho "Cualquier cosa que pidierais al Padre en Mi Nombre os la concederá", por intercesión de María, Vuestra Santísima Madre, humildemente y urgentemente suplico a Vuestro Padre en Vuestro Nombre que me concedáis esta gracia. (Petición.)


OH Jesús, que habéis dicho "Cielo y Tierra pasarán, pero mi palabra no pasará" por intercesión de María, Vuestra Santísima Madre, siento confianza que mi súplica será concedida. (Petición.)


Se reza un Padre Nuestro, una Salve, un Ave María y un Gloria.

 

Novena de Consolación y Bendición

 

¡Alégrate en el Señor!  Hoy tengo buenas noticias para tí.  Esta novena era lo que tú necesitabas, mi hermano/a en Cristo.  Te invito, hijo/a de Dios, a recibir la bendición y la consolación de Dios.  El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo tiene grandes cosas para tí en estos nueve días de oración, en esta novena de consolación y bendición.

 

      Jesús te dice: "Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.  Felices los que lloran, porque recibirán consuelo.  Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.

 

Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia.  Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios.  Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.

  Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo."(Mateo 5: 3-12)

 

      El Señor viene para consolarte.  El es nuestra ayuda en los momentos difíciles.  El es quién calma las tempestades de tu vida.  

Jesús quiere bendecirte.  Te invito nuevamente a caminar con Jesús en estos nueve días, y orar esta novena con mucha fe.  El Señor te va a sanar de muchas cosas, y verás cuan cerca de tí está Dios.   Ahora es tiempo de recibir la consolación y la bendición de Dios...

 

PRIMER DIA

 

(Salmo 42 - "Deseo del templo")

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús,

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa contra gente sin piedad, sálvame del hombre traidor y malvado.

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús,

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Tú eres mi Dios y protector, ¿por qué me rechazas?, ¿por qué voy andando sombrío, hostigado por mi enemigo?

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús,

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Envía tu luz y tu verdad: que ellas me guíen y me conduzcan hasta tu monte santo, hasta tu morada.

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús,

Espera en Mí y me alabarás siempre."

Que yo me acerque al altar de Dios, al Dios de mi alegría; que te dé gracias al son de la cítara, Dios, Dios mío.

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús,

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas?

  Espera en Dios, que volverás a alabarlo:

  "Salud de mi rostro, Dios mío".

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús,

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

"¡Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos, Amén!"

 

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús,

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

 

 

Día Segundo

 

(Salmo 50 - "Misericordia, Dios Mío")

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,   por tu inmensa compasión borra mi culpa;

  Lava del todo mi delito, limpia mi pecado.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado:   contra tí, contra tí sólo pequé,

  Cometí la maldad que aborreces.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

En la sentencia tendrás razón, en el juicio resultarás inocente.

  Mira, en la culpa nací,   pecador me concibió mi madre.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría.

  Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados.

  Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,  renuévame por dentro con espíritu firme;

  No me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso:

  Enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Líbrame de la sangre, oh Dios,

  Dios, Salvador mío, y cantará mi lengua tu justicia.

  Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Los sacrificios no te satisfacen:

  Si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.

  Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;

  Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Señor, por tu bondad,  favorece a Sión,

  Reconstruye las murallas de Jerusalén:

  Entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarán novillos.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.  Amen.

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.


"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús,

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

 

 

 

 

TERCER DIA

 

(Salmo 120 - "El guardián del pueblo")

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio?

  El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

No permitirá que resbale tu pie, tú guardián no duerme;

  no duerme ni reposa el guardián de Israel.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

El Señor te aguarda a su sombra, está a tu derecha;

  de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma;

  el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era

en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.  Amén.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

 

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús,

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Perdóname por no amar y desear lo que Tú amas y deseas, y por no aceptar lo que me envías.  Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."

 

 

 

CUARTO DIA

 

(Salmo 33 - "Himno al poder y a la providencia de Dios")

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;

  cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones:

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales;

  el ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos;

  encierra en un odre las aguas marinas, mete en un depósito el océano.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

Tema al Señor la tierra entera, tiemblen ante El los habitantes del orbe:

  porque El lo dijo, y existió, El lo mandó y surgió.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

El Señor deshace los planes de las naciones, 

frustra los proyectos de los pueblos;

  pero el plan del Señor subsiste por siempre, 

los proyectos de su corazón, de edad en edad.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, 

el pueblo que El se escogió como heredad.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres;

  Desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra:

  El modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

No vence el rey por su gran ejército, 

no escapa el soldado por su mucha fuerza,

  nada valen sus caballos para la victoria, ni por su gran ejército se salvan.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, 

en los que esperan su misericordia,

  para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

Nosotros aguardamos al Señor: El es nuestro auxilio y escudo;

  con El se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, 

como lo esperamos de ti.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.  Amén.

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

 

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús, 

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Perdóname por no amar y desear lo que Tu amas y deseas, 

y por no aceptar lo que me envías.  

Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

 

 

QUINTO DIA

 

(Salmo 119; 33-40, 105-112)

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes, y lo seguiré puntualmente;

  enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón;

  guíame por la senda de tus mandatos, porque ella es mi gozo.

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

Inclina mi corazón a tus preceptos, y no al interés;

  aparta mis ojos de las vanidades, dame vida con tu palabra;

  cumple a tu siervo la promesa que hiciste a tus fieles.

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

Aparta de mí la afrenta que temo, porque tus mandamientos son amables;

  mira cómo ansío tus decretos: dame vida con tu justicia.

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero;

  lo juro y lo cumpliré: guardaré tus justos mandamientos;

  ¡estoy tan afligido! Señor, dame vida según tu promesa.

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

Acepta, Señor, los votos que pronuncio, enséñame tus mandatos;

  mi vida está siempre en peligro, pero no olvido tu voluntad;

  los malvados me tendieron un lazo, pero no me desvié de tus decretos.

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón;

  inclino mi corazón a cumplir tus leyes, siempre y cabalmente.

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era

en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.  Amén.

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

 

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús, 

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Perdóname por no amar y desear lo que Tu amas y deseas, 

y por no aceptar lo que me envías.  

Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.  

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."

 

SEXTO DIA

 

(Salmo 46 "Dios, refugio y fortaleza de su pueblo")

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro.  

  Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,

y los montes se desplomen en el mar.

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

Que hiervan y brame sus olas, que sacudan a los montes con su furia:

  el Señor de los ejércitos está con nosotros, 

nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.  Teniendo a Dios en medio, no vacila; 

Dios lo socorre al despuntar la aurora.

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

Los pueblos se amotinan,  los reyes se rebelan;

  pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra.

  El Señor de los ejércitos está con nosotros, 

nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra:

  Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe, rompe los arcos, quiebra las lanzas, prende fuego a los escudos.

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

"Rendíos, reconoced que yo soy Dios: 

más alto que los pueblos, más alto que la tierra".

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

El Señor de los ejércitos está con nosotros,

  nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.  Amén.

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

 

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús, 

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Perdóname por no amar y desear lo que Tu amas y deseas, 

y por no aceptar lo que me envías.  

Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.  

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra

debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

 

 

 

SETIMO DIA

 

(Salmo 102 - "¡Bendice, alma mía, al Señor!")

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!      

Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.

  Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

El perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades;

  el rescata tu vida de la fosa, y te colma de gracia y de ternura;

  el sacia de bienes tus anhelos, y como un águila se renueva tu juventud.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos;

  enseñó sus caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia;

  no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo;

  no nos trata como merecen nuestros pecados 

ni nos paga según nuestras culpas.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

Como se levanta el cielo sobre la tierra, 

se levanta su bondad sobre sus fieles;

  como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

Como un padre siente ternura por sus hijos,

  siente el Señor ternura por sus fieles; porque él  conoce nuestra masa,

  se acuerda de que somos barro.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

Los días del hombre duran lo que la hierba,

  florecen como flor del campo, que el viento la roza, y ya no existe,

  su terreno no volverá a verla.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

Pero la misericordia del Señor dura siempre,

  su justicia pasa de hijos a nietos: para los que guardan la alianza

  y recitan y cumplen sus mandatos.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

El Señor puso en el cielo su trono, su soberanía gobierna el universo.

  bendecid al Señor, ángeles suyos, poderosos ejecutores de sus órdenes,

  prontos a la voz de su palabra.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

Bendecid al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus deseos.

  Bendecid al Señor, todas sus obras, en todo lugar de su imperio.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

¡Bendice, alma mía, al Señor!

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.  Amén.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!  

 

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús, 

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Perdóname por no amar y desear lo que Tu amas y deseas, 

y por no aceptar lo que me envías.  

Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré.  Sé valiente y ten ánimo."  

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna.  El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.  

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa.  Palabra de Yavé."    

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra

debilidad.  El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!

 

OCTAVO DIA

 

(Salmo29-"Acción de gracias por 

la curación de un enfermo en peligro de muerte")

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste.

Señor, sacaste mi vida del abismo, 

me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo;

su cólera dura un instante; su bondad, de por vida;

al atardecer nos invita el llanto; por la mañana, el júbilo.

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

Yo pensaba muy seguro: "no vacilaré jamás".

Tu bondad, Señor, me aseguraba el honor y la fuerza;

pero escondiste tu rostro, y quedé desconcertado.

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

A ti, Señor, llamé, supliqué a mi Dios: "¿qué ganas con mi muerte,

con que yo baje a la fosa?

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

¿Te va a dar gracias el polvo, o va a proclamar tu lealtad?

Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme".

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

Cambiaste mi luto en danzas, 

me desataste el sayal y me has vestido de fiesta;

te cantará mi alma sin callarse.  

Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era

en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

 

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús, 

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Perdóname por no amar y desear lo que Tu amas y deseas, 

y por no aceptar lo que me envías. 

Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré. Sé valiente y ten ánimo."

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna. El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa. Palabra de Yavé."

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra

debilidad. El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona."

 

NOVENO DIA

 

(Salmo 144 - "Himno a la grandeza de Dios")

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás.

Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

Grande es el Señor, merece toda alabanza, es incalculable su grandeza;

una generación pondera tus obras a la otra, y le cuenta tus hazañas.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

Alaban ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas;

encarecen ellos tus temibles proezas, y yo narro tus grandes acciones;

difunden la memoria de tu inmensa bondad, y aclaman tus victorias.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad;

el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles;

que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas;

explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado.

Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones.

El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo;

abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

El Señor es justo en todos sus caminos, 

es bondadoso en todas sus acciones;

cerca está el Señor de los que lo invocan, 

de los que lo invocan sinceramente.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

Satisface los deseos de sus fieles, escucha sus gritos, y los salva.

El Señor guarda a los que lo aman, pero destruye a los malvados.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,

todo viviente bendiga su santo nombre por siempre jamás.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era

en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»

 

"Yo Soy la Luz y la Vida,"dice Jesús, 

"Espera en Mí y me alabarás siempre."

Perdóname por no amar y desear lo que Tu amas y deseas, 

y por no aceptar lo que me envías. 

Dame un corazón contrito y humillado para poder recibir Tus gracias.

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés," dice el Señor,

"no te dejaré ni te abandonaré. Sé valiente y ten ánimo."

El Señor es misericordioso con nosotros y Su Palabra y Voluntad nos da vida eterna. El dispone todas las cosas para bien de los que lo aman porque el nos ha escogido y llamado.

"Amén," dice el Señor,"En verdad te digo, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, te guiará hasta la verdad completa. Palabra de Yavé."

Demos gracias a Dios, porque El Espíritu viene en ayuda de nuestra

debilidad. El mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

¡Bendecid al Señor que, por la dolorosa pasión de Su

Amadísimo Hijo, tiene misericordia de nosotros y del mundo entero!

"Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado Mi palabra y no has renegado de Mí. Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, 

para que nadie te arrebate tu corona."

«Amén. La alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor,

poder y fuerza, son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»


"Padre, al concluir esta novena, te doy gracias por guiar mi vida tan maravillosamente en medio de todas las alegrías y tristezas, prosperidades y adversidades que experimento.  Abre mi mente y mi corazón, para que llegue a conocer Tu Santa Voluntad y, con Tu ayuda, cumplirla en mi vida tan perfectamente como Tu Hijo Amado la cumplió.  Lléname con la Luz y Gracia del Espíritu Santo para que, con gozo, sea agradable ante Tu presencia en imitación de la Madre de Tu Hijo, la Bienaventurada Virgen María.  Todo esto te lo pido por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que vive y reina Contigo, en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.  Amén."

 

NOVENA DE LA CONFIANZA

Saludo del Santo para todos los días:

Nuestro Señor Jesucristo sea nuestra fuerza y nuestra alegría, posea todo su corazón y sea su único consuelo.

DÍA PRIMERO Acto de confianza: Estoy tan convencido , Dios mío, de que velas sobre todos los que esperan en Ti, y de que no puede faltar cosa alguna a quien aguarda de Ti todas las cosas, que he determinado vivir de ahora en adelante sin ningún cuidado, descargándome en Ti de todas mis solicitudes. "En paz me duermo y al punto descanso, porque tu, Señor, me has afirmado singularmente en la esperanza" (Sal 4,10).

Lectura: He resuelto estudiar los medios para hacer recaer la conversación sobre cosas que puedan edificar, sea quien sea aquel con quien me encuentre; de tal modo, que nadie se separe de mí sin tener más conocimiento de Dios que cuando llegó, y, si es posible, con mayor deseo de su salvación.

Propósito: Dios está en medio de nosotros y parece que no le reconocemos. Está en nuestros hermanos y quiere ser servido en ellos, amado y honrado, y nos recompensará más por esto que si le sirviésemos a El en persona. Que cada uno considere en su hermano a Jesucristo.

ORACIÓN LITÚRGICA DEL SANTO PARA TODOS LOS DÍAS

Señor y Padre nuestro, tú que hablaste al corazón de tu fiel servidor, San Claudio de la Colombiére, para que fuese testigo de la abundancia de tu amor; haz que los dones de tu gracia iluminen y consuelen a tu Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

DESPEDIDA DEL SANTO PARA TODOS LOS DÍAS

Adiós, ruegue a Dios que me haga la gracia de morir enteramente a mi mismo. El Espíritu Santo llene su corazón del más puro amor de Dios. La paz de Nuestro Señor Jesús reine siempre en su corazón. Todo suyo en la cruz y en el Corazón de Jesús.

DÍA SEGUNDO

Acto de confianza: Despójenme en buena hora los hombres de los bienes y de la honra, prívenme de las fuerzas e instrumentos de serviros las enfermedades; pierda yo por mi mismo vuestra gracia pecando, que no por eso perderé la esperanza; antes la conservaré hasta el último suspiro de mi vida y vanos serán los esfuerzos de todos los demonios del infierno para arrancármela.

Lectura: La predicación es inútil sin la gracia, y la gracia no se obtiene sino por la oración. Si hay tan pocas conversiones entre los cristianos es porque hay pocas personas que oren, aunque hay muchas que predican. (Cuán agradable a Dios son estas oraciones!; es como cuando a una madre le ruegan que perdone a su hijo.


Propósito: Dios está en medio de nosotros, o mejor dicho, nosotros estamos en medio de El; en cualquier lugar donde estemos nos toca: en la oración, en el trabajo, en la mesa, en la conversación. Hagamos a menudo actos de fe; digamos con frecuencia: Dios me mira, aquí está presente. No hacer nunca nada, estando a solas, que no quisiéramos hacer a vista de todo el género humano.

DÍA TERCERO

Acto de confianza: Que otros esperen la dicha de sus riquezas o de sus talentos, que descansen otros en la inocencia de su vida, o en la aspereza de su penitencia, o en la multitud de sus buenas obras, o en el fervor de sus oraciones; en cuanto a mi toda mi confianza se funda en mi misma confianza: "Tu, Señor, me has afirmado singularmente en la esperanza" (Salmo 4,10).

Lectura: No tengo alegría semejante a la que experimento, cuando descubro en mi alguna nueva flaqueza, que se me había ocultado hasta entonces. Creo firmemente y siento gran placer al creerlo, que Dios conduce a los que se abandonan a su dirección y que se cuida aun de sus cosas más pequeñas.

Propósito: "Si tu ojo fuere sencillo, todo tu cuerpo será claro" (Mt. 6,22).
No buscar sino a Dios, ni siquiera buscar sus bienes, sus gracias, las ventajas que en su servicio se encuentran como la paz, la alegría, etc., sino a El.

DÍA CUARTO

Acto de confianza: Confianza semejante jamás salió fallida a nadie. "Nadie esperó en el Señor y quedó confundido" (Ecles 2,11).

Lectura: En reparación de tantos ultrajes y de tan crueles ingratitudes, adorable y amable Corazón de Jesús, y para evitaren cuanto de mi dependa el caer en semejante desgracia, yo os ofrezco mi corazón con todos los sentimientos de que es capaz; yo me entrego enteramente a Vos. Y desde este momento protesto sinceramente que deseo olvidarme de mi mismo, y de todo lo que pueda tener relación conmigo para remover el obstáculo que pudiera impedirme la entrada en ese divino Corazón, que tenéis la bondad de abrirme y donde deseo entrar para vivir y morir en él con vuestros más fieles servidores, penetrando enteramente y abrasado de vuestro amor.


Propósito: Dirígete a mi siervo (el P. de La Colombiere) y dile de mi parte que haga todo lo posible para establecer esta devoción y dar este gusto a mi divino Corazón; que no se desanime por las dificultades que para ello encontrará, y que no le han de faltar. Pero debe saber que es todopoderoso aquel que desconfía enteramente de si mismo para confiar únicamente en Mí. (Jesús a Sta. Margarita)

DÍA QUINTO

Acto de confianza: Así que, seguro Apostolado de la Oración estoy de ser eternamente bienaventurado, porque espero firmemente serio, y porque eres Tú, Dios mío, de quien lo espero."En ti, Señor, he esperado; no quede avergonzado jamás" (Sal 30,2; 70,1).

Lectura: No quiero temer ya ni las ilusiones, ni los artificios del demonio, ni mi propia debilidad, ni mis indiscreciones, ni aun siquiera mi desconfianza; porque Vos debéis ser mi fortaleza en todas mis cruces, y me prometisteis serio a proporción de mi confianza. "Todo lo puedo en Aquel que me conforta" (Flp 4,13). Vos en todas partes estáis en mi y yo en Vos; luego en cualquier parte que me encuentre, ante cualquier peligro, cualquier enemigo que me amenace, tengo mi fuerza conmigo.

Propósito: Me promete Dios ser mi fortaleza, según la confianza que tenga en El. Por esto he resuelto no poner límites a esta confianza y extenderla a todo. Me parece que en lo sucesivo debo servirme de nuestro Señor como de un escudo que me rodea, y que opondré a todos los dardos de mis enemigos.

DÍA SEXTO

 Acto de confianza: Conocer, demasiado conozco que por mi soy frágil y mudable; sé cuanto pueden las tentaciones contra las virtudes más robustas, he visto caer las estrellas del cielo y las columnas del firmamento; pero nada de eso logra acobardarme.

Lectura: Lo cierto es que, de todas las confianzas, la que más honra al Señor es la de un pecador insigne que está tan persuadido de la misericordia infinita de Dios, que todos sus pecados le parezcan como un átomo en presencia de esa misericordia.

Propósito: Sólo se encuentra la paz en el total olvido de sí mismo. Es necesario que nos resolvamos a olvidarnos hasta de nuestros intereses espirituales, para no buscar más que la pura gloria de Dios.

DÍA SÉPTIMO

 Acto de confianza: Mientras yo espere, estoy a salvo de toda desgracia; y de que esperaré siempre estoy cierto, porque espero también esta esperanza invariable.

Lectura: No dude de que Dios le ha de dar por si, o por ese confesor, todo lo que le sea necesario, ni de que nunca dejará perecer un alma que preferirla morir antes que desagradarle. Le confieso que no pueda perdonar ni un instante de inquietud a una sierva de Jesucristo. Es una gran injuria a su Señor, que soporta, conserva y coima de bienes a sus mayores enemigos; piense si querrá perder a los que no sueñan sino en servirle.

Propósito: Es necesario ser paciente con buena fe, y dulce como Jesucristo hasta el fondo del alma. le recomiendo esta virtud sobre todas las cosas, es preciosa a los ojos de Dios. Es dulce hablar de lo que se ama, pero más todavía con Jesucristo dentro de su corazón.

DÍA OCTAVO

Acto de confianza: En fin, para mi es seguro que nunca será demasiado lo que espere de Ti, y que nunca tendré menos de lo que hubiere esperado. Por tanto, espero que me sostendrás firme en los riesgos más inminentes y me defenderás en medio de los ataques más furiosos, y harás que mí flaqueza triunfe de los más espantosos enemigos.

Lectura: Teme usted que Dios le mande pruebas que no pueda soportar; es un pensamiento que le pasa por la imaginación, porque sí creyera que así lo siente no le perdonaría esa desconfianza y el ultraje que haría a la sabiduría y a la bondad de nuestro Señor. No llega a entender todavía que es El principalmente quien lo hace todo en nosotros,, excepto los pecados, y que no debemos considerar ni nuestras faltas ni nuestra debilidad, sino esperarlo todo de El.

Propósito: Bien se yo que sé Puede comulgar de tal forma que no se saque ningún fruto; pero sostengo que eso no puede ser consecuencia de acercarse demasiado frecuentemente. Creo que los que comulgan cada ocho días sin ser por eso mejores, serían peores si comulgasen más de tarde en tarde; que ninguna indisposición, exceptuando el pecado mortal, puede impedir el efecto del sacramento que es el de santificar el alma, de darle fuerzas y vigor para hacer el bien y resistir al mal; que como cada vez que se comulga se recibe un aumento de mérito y de gracia habitual, es necesario que una comunión nos disponga para aprovecharnos de otra; y, por consiguiente, cuantas más comuniones se hacen, más se está en disposición de aprovechar de las que se deben hacer.

DÍA NOVENO

Acto de confianza: Espero que Tú me amarás a mí siempre y que te amaré a Ti sin intermisión, y para llegar de un solo vuelo con la esperanza hasta donde puede llegarse, espero a Ti mismo, de Ti mismo, oh Creador mío, para el tiempo y para la eternidad. Amén.

Lectura: Este Corazón se encuentra aún, en cuanto es posible, en los mismos sentimientos y, sobre todo, siempre abrasado de amor para con los hombres; siempre sensible a nuestros males; siempre apremiado del deseo de hacernos participantes de sus tesoros y de dársenos a sí mismo; siempre dispuesto a recibirnos y a servirnos de asilo, mansión, de paraíso, ya en esta vida. A cambio de todo no encuentra en el corazón de los hombres más que dureza, olvido, desprecio, ingratitud. Ama y no es amado y ni siquiera es conocido su amor; porque no se dignan los hombres recibir los dones por los que quiere atestiguarlo, ni escuchar las amables e intimas manifestaciones que quiere hacer a nuestro corazón.

Propósito: En cuanto a usted, ponga toda su confianza en Dios y no en criatura alguna; ponga toda su esperanza en El; espérelo todo de El, y no de criatura alguna; ni aun de sus directores, quien quiera que sean; no pueden nada sin Nuestro Señor, y El lo puede todo sin ellos.

Oración del Papa Clemente XI

Creo, Señor, haz que crea con más firmeza;
espero, haz que espere con más confianza;
me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio; te deseo como último fin;
te alabo como bienhechor perpetuo;
te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia,
consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.

Te ofrezco, Señor, mis pensamientos,
para que se dirijan a ti; mis palabras, para que hablen de ti;
mis obras, para que sean tuyas,
mis contrariedades, para que las lleve por ti.

Quiero lo que quieras, quiero porque quieres,
quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras.

Señor, te pido que ilumines mi entendimiento,
inflames mi voluntad, limpies mi corazón,
santifiques mi alma.

Que me aparte de mis pasadas iniquidades,
rechace las tentaciones futuras,
corrija las malas inclinaciones,
practique las virtudes necesarias.

Concédeme, Dios de bondad, amor a ti, odio a mí,
celo por el prójimo y desprecio a lo mundano. 

Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores,
aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos. 
Que venza la sensualidad con la mortificación,
la avaricia con la generosidad,
la ira con la bondad, la tibieza con la piedad.

Hazme prudente en los consejos, constante en los peligros,
paciente en las contrariedades, humilde en la prosperidad.

Señor, hazme atento en la oración,
sobrio en la comida, constante en el trabajo,
firme en los propósitos.

Que procure tener inocencia interior,
modestia exterior, conversación ejemplar y vida ordenada. 

Haz que esté atento a dominar mi naturaleza,
a fomentar la gracia, servir a tu ley y a obtener la salvación. 

Que aprenda de ti qué poco es lo terreno,
qué grande lo divino, qué breve el tiempo,
qué durable lo eterno.

Concédeme preparar la muerte, temer el juicio,
evitar el infierno y alcanzar el paraíso.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

 
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