novenas - NOVENAS GRUPO 6
 

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CONCLUSIONES

NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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empieza el Viernes Santo


Sor Faustina escribió en su Diario: El Señor me pidió que rezara este rosario (la coronilla) durante los nueve días que preceden a la Fiesta de la Misericordia, comenzando el día de viernes Santo. Entonces, me dijo: Por esta novena concederé todas las gracias posibles a las almas (11, 197). También se puede hacer esta novena en otros momentos y por cualquier necesidad.

Palabras de Nuestro Señor que Sor Faustina tomó por escrito:

 
Deseo que durante estos nueve días encamines almas hasta el manantial de Mi misericordia, para que encuentren allí la fortaleza, el refugio y toda aquella gracia que necesiten en las penalidades de la vida, y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi corazón un grupo de almas diferentes y las sumergirás en el océano de Mi misericordia y Yo conduciré todas esas almas a la mansión de Mi Padre...   Todos los días implorarás a Mi Padre gracias para esas almas en atención a los méritos de mi amarga Pasión.

Yo (Sor Faustina) contesté: Jesús, no sé cómo hacer esta novena y qué almas traer al abrigo de Tu Compasivo Corazón. Jesús contestó que El me haría saber qué almas encaminar hasta su corazón cada día. (Diario HI, pp. 57-65)

Tiene Indulgencia Plenaria, establecida por Juan Pablo II para toda la Iglesia el segundo Domingo de Pascua, tal como pidió Jesús en el Diario de Santa Faustina.


Junto con la coronilla, cada día se rezan las siguientes oraciones:

PRIMER DÍA

Hoy tráeme a todo el género humano, especialmente a los pecadores y sumérgelos en el océano de Mi misericordia. De esta forma me consolarás de la honda pesadumbre en que me sume la pérdida de las almas.

Oración

Misericordiosísimo Jesús, cuya prerrogativa es tener compasión de nosotros y perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu Piadosísimo Corazón y no permitas que salgamos jamás de el. Te lo pedimos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre Eterno, vuelve Tu compasiva mirada hacia todo el género humano y en especial hacia los pobres pecadores, todos unidos en el Piadosísimo Corazón de Jesús. Por los méritos de Su dolorosa Pasión, muéstranos Tu misericordia, para que alabemos la omnipotencia de Tu misericordia, por los siglos de los siglos. Amén.


SEGUNDO DÍA

Hoy tráeme las almas de los sacerdotes y religiosos y sumérgelas en Mi misericordia insondable. Fueron ellos los que me dieron fortaleza para soportar hasta el fin las amarguras de Mi Pasión. A través de ellos, como por canales, Mi misericordia fluye hasta los hombres.

Oración

Misericordiosísimo Jesús, de quien procede toda bondad, multiplica Tus gracias sobre las religiosas  consagradas a Tu servicio, para que puedan hacer obras dignas de misericordia; y que todos aquellos que las vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el cielo.

Padre Eterno, vuelve Tu mirada misericordiosa hacia el grupo elegido en Tu viña - hacia las almas de sacerdotes y religiosos -; dótalos con la fortaleza de Tus bendiciones. Por el amor del corazón de Tu Hijo, en el cual están unidos, impárteles Tu poder y Tu luz, para que guíen a otros en el camino de la salvación y con una sola voz canten alabanzas a tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

TERCER DÍA

Hoy tráeme a todas las almas devotas y fieles y sumérgelas en el océano de Mi misericordia. Ellas me confortaron a lo largo del Vía Crucis. Fueron gota de consuelo en un océano de amargura.

Oración

Misericordiosísimo Jesús, del tesoro de Tu misericordia distribuye Tus gracias a raudales entre todos y cada uno de nosotros. Acógenos en el seno de Tu Compasivísimo Corazón y no permitas que salgamos nunca. Te imploramos esta gracia en virtud del más excelso de los amores; aquel con el que Tu corazón arde tan fervorosamente por el Padre Celestial.

Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada hacia las almas fieles, pues que guardan el legado de Tu Hijo. Por los méritos y dolores de Su Pasión, concédeles Tu bendición y tenlos siempre bajo Tu tutela. Que nunca claudique su amor o pierdan el tesoro de nuestra santa fe, sino que, con todo el ejército de Ángeles y Santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

CUARTO DÍA

Hoy tráeme a los que no creen en mí1 y a los que todavía no me conocen. Pensaba en ellos durante las angustias de Mi Pasión, y su futuro fervor servía de consuelo a Mi corazón. Sumérgelos en el océano de Mi misericordia.

Oración

Piadosísimo Jesús, Tú que eres Luz del género humano, recibe en la morada de Tu corazón lleno de compasión, las almas de aquellos que todavía no creen en Ti, o que no te conocen. Que los rayos de Tu gracia los iluminen para que también, unidos a nosotros, ensalcen tu maravillosa misericordia; y no los dejes salir de la morada de Tu corazón desbordante de piedad.

Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada a las almas de aquellos que no creen en Tu Hijo y las de aquellos que todavía no te conocen pero anidan en el Compasivo Corazón de Jesús. Aproxímalos a la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellos ensalcen la generosidad de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

QUINTO DÍA

Hoy tráeme las almas de nuestros hermanos separados2 y sumérgelas en el océano de Mi misericordia. Durante las angustias de Mi Pasión desgarraron Mi Cuerpo y Mi Corazón, es decir, mi Iglesia. A medida que se reincorporan a ella, Mis heridas cicatrizan y de esta forma sirven de bálsamo a Mi Pasión.

Oración

Misericordiosísimo Jesús, que eres la Bondad misma, no niegues la luz a aquellos que Te buscan. Recibe en el seno de tu corazón desbordante de piedad las almas de nuestros hermanos separados. Encamínalos, con la ayuda de Tu luz, a la unidad de la Iglesia y no los dejes marchar del cobijo de Tu Compasivo Corazón, todo amor; haz que también ellos lleguen a glorificar la generosidad de Tu misericordia.

Padre Eterno, vuelve tu piadosa mirada hacia las almas de nuestros hermanos separados, especialmente hacia las almas de aquellos que han malgastado Tus bendiciones y abusado de Tus gracias, manteniéndose obstinadamente en el error. También a ellos da cobijo el Corazón misericordiosísimo de Jesús; no mires sus errores, sino el amor de Tu Hijo y los dolores de la Pasión que sufrió y que aceptó por su bien. Haz que glorifiquen Tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

SEXTO DÍA

Hoy tráeme las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en Mi misericordia. Son éstas las más parecidas a Mi corazón. Me proporcionaron fortaleza durante Mi amarga agonía, puesto que las veía como Ángeles terrestres, velando junto a Mis altares. Derramo sobre ellas gracias torrenciales, porque sólo el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia. Distingo a las almas humildes con Mi confianza.

Oración

Misericordiosísimo Jesús, que dijiste: Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón. Acoge en el seno de Tu corazón desbordante de piedad a todas las almas mansas y humildes y las de los niños pequeños. Estas almas son la delicia de las regiones celestiales y las preferidas del Padre Eterno, pues se recrea en ellas muy particularmente. Son como un ramillete de florecillas que despidieran su perfume ante el trono de Dios. El mismo Dios se embriaga con su fragancia. Ellas encuentran abrigo perenne en Tu Piadosísimo Corazón, Oh Jesús, y entonan, incesantemente himnos de amor y gloria.

Padre Eterno, vuelve Tu mirada llena de misericordia hacia estas almas mansas, hacia estas almas humildes y hacia los niños pequeños acurrucados en el seno del corazón desbordante de piedad de Jesús. Estas almas se asemejan más a Tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra hasta alcanzar Tu Trono, Señor. Padre de misericordia y bondad suma, Te suplico, por el amor que Te inspiran estas almas y el gozo que Te proporcionan: Bendice a todo el género humano, para que todas las almas a la par entonen las alabanzas que a Tu misericordia se deben por los siglos de los siglos. Amén.

SÉPTIMO DÍA

Hoy tráeme las almas que veneran y glorifican especialmente Mi misericordia3 y sumérgelas en Mi misericordia. Ellas sintieron los sufrimientos de Mi Pasión y penetraron en Mi espíritu más profundamente que ninguna otra. Son vivo reflejo de Mi piadoso corazón, y resplandecerán con esplendor especial en la vida futura. Ninguna de ellas sufrirá el tormento del fuego eterno, porque las defenderé con particular empeño a la hora de la muerte.

Oración

Misericordiosísimo Jesús, cuyo Tu corazón es el amor mismo, recibe en el seno de Tu corazón piadosísimo las almas de aquellos que de una manera especial alaban y honran la grandeza de Tu misericordia. Son poderosas con el poder de Dios mismo. En medio de las dificultades y aflicciones siguen adelante, confiadas en Tu misericordia; y unidas a Ti, Oh Jesús, portan sobre sus hombros a todo el género humano; por ello no serán juzgadas con severidad, sino que Tu misericordia las acogerá cuando llegue el momento de partir de esta vida.

Padre Eterno, vuelve Tu mirada sobre las almas que alaban y honran Tu Atributo Supremo, Tu misericordia infinita, guarecidas en el Piadosísimo Corazón de Jesús. Estas almas viven el Evangelio con sus manos rebosantes de obras de misericordia y su corazón, desbordante de alegría, entona cánticos de alabanza a Ti, Altísimo Señor, exaltando tu misericordia. Te lo suplico Señor: Muéstrales Tu misericordia, de acuerdo con la esperanza y confianza en Ti depositada. Que se cumpla en ellos la promesa hecha por Jesús, al expresarles que durante su vida, pero sobre todo a la hora de la muerte, aquellas almas que veneraron Su infinita misericordia, serían asistidas por El, pues ellas son su gloria. Amén.

OCTAVO DIA

Hoy tráeme las almas que están detenidas en el purgatorio y sumérgelas en las profundidades de Mi misericordia. Que Mi Sangre, cayendo a chorros, apacigüe las llamas en que se abrasan. Todas estas almas me son muy queridas. Ellas pagan el castigo que se debe a Mi justicia. En tu poder está socorrerlas. Saca todas las indulgencias del tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas por ellas. Oh, si supieras qué tormentos padecen, ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con Mi justicia.

Oración

Misericordiosísimo Jesús, que exclamaste ¡misericordia! introduzco ahora en el seno de tu corazón desbordante de misericordia, las almas del purgatorio, almas que tanto aprecias pero que, no obstante,. han de pagar su culpa. Que el manantial de Sangre y Agua que brotó de Tu corazón apague las llamas purificadoras para que, también allí, el poder de Tu misericordia sea glorificado.

Padre Eterno, mira con ojos misericordiosos a estas almas que padecen en el purgatorio y que Jesús acoge en Su corazón, desbordante de piedad. Te suplico, por la dolorosa Pasión que sufrió Tu Hijo, y por toda la amargura que anegó Su sagradísima alma: Muéstrate misericordioso con las almas que se hallan bajo Tu justiciera mirada. No los mires de otro modo, sino sólo a través de las heridas de Jesús, Tu Hijo bien amado; porque creemos firmemente que Tu bondad y compasión son infinitas. Amén.

NOVENO DIA

Hoy tráeme las almas tibias4 y sumérgelas en las profundidades de Mi misericordia. Ellas fueron las que más laceraron, Mi corazón. Por su indiferencia Mi alma padeció un terrible hastío en el Huerto de los Olivos. Ellas me hicieron gritar: "Padre, si quieres, aparta de Mi este cáliz". La última esperanza de salvación para ellas estriba en apelar a Mi misericordia.

Oración

Piadosísimo Jesús, que eres la piedad misma, traigo hoy al seno de Tu Compasivo Corazón a las almas enfermas de tibieza. Que el puro amor que Te inflama encienda en ellas de nuevo la llama de Tu amor, y no vuelva el peso muerto de su indiferencia a abrumarte con su carga. Oh Jesús, todo compasión, ejerce la omnipotencia de Tu Misericordia, y atráelas a Ti, que eres llama de amor viva y haz que ardan con santo fervor, porque Tú todo lo puedes.

Padre Eterno, mira con ojos misericordiosos a estas almas que a pesar de todo, Jesús cobija en el seno de Su corazón lleno de piedad. Padre de Misericordia, te ruego, por los sufrimientos que Tu hijo padeció, y por Sus tres largas horas de agonía en la Cruz: que ellas también glorifiquen el mar sin fondo de Tu misericordia. Amén.

 

 

 

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCION

 

 

Modo de hacer la Novena: puestos de rodillas delante de una imagen de la Inmaculada Concepción, se santiguará y luego dirá todos los días el siguiente:

 

ACTO DE CONTRICIÓN: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Ante vuestra divina presencia reconozco que he pecado muchas veces y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo no volver a caer más, confesarme y cumplir la penitencia que el confesor me imponga. Amén.

 

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DIAS

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida para Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción; así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que, por la gracia de Dios, has sido elegida para ser madre de nuestro pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adan y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no solo para vuestra dignidad y gloria sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de los que han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro haya sido desamparado.

No me dejéis pues a mi tampoco, porque si no, me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a Vos, antes bien cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción. Y alcánzame principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un gran aprecio de la virtud, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestra y bien de mi alma.

 

DIA PRIMERO:

Después de todo el inicio y la oración preparatoria para todos los días, orar:

 

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como  preservaste a María del pecado original en su Inmaculada Concepción y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de librarnos de él por medio de tu santo bautismo, así Te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en Ti, Padre nuestro Santísimo.

Rezar tres veces, Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre… Luego pedir la gracia que deseas se te conceda a través de esta novena.

A continuación se dirá la Oración Final Para todos los días y la letanía.

 

 

DIA SEGUNDO:

Después de todo el inicio y la oración preparatoria para todos los días, orar:

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida,  y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así te rogamos humildemente, por intercesión de Tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes, por medio de una buena confesión.

Rezar tres veces, Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre… Luego pedir la gracia que deseas se te conceda a través de esta novena.

A continuación se dirá la Oración Final Para todos los días y la letanía.

 

DIA TERCERO

Después de todo el inicio y la oración preparatoria para todos los días, orar:

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras almas, para ser dignos de Ti,, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y de procurar y obtener cada día más pureza y delicadeza de conciencia.

Rezar tres veces, Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre… Luego pedir la gracia que deseas se te conceda a través de esta novena.

A continuación se dirá la Oración Final Para todos los días y la letanía.

 

 

DIA CUARTO: Después de todo el inicio y la oración preparatoria para todos los días, orar:

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como libraste a María del pecado y le diste dominio perfecto sobre todas su pasiones, así Te rogamos humildemente, por intercesión de Tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que te podamos servir con verdadera libertad de espíritu y sin imperfección ninguna.

Rezar tres veces, Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre… Luego pedir la gracia que deseas se te conceda a través de esta novena.

A continuación se dirá la Oración Final Para todos los días y la letanía.

 

 

DIA QUINTO: Después de todo el inicio y la oración preparatoria para todos los días, orar:

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo  Redentor nuestro! Así como desde el primer instante de su concepción diste a María más gracia que a todos los santos y ángeles del cielo, así te rogamos humildemente por intercesión de Tu Madre Inmaculada, nos inspires un aprecio singular de la divina gracia que Tu nos adquiriste con Tu sangre y nos concedas el aumentarla más y más con nuestras buenas obras y con la recepción de tus santos sacramentos, especialmente el de la comunión.

Rezar tres veces, Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre… Luego pedir la gracia que deseas se te conceda a través de esta novena.

A continuación se dirá la Oración Final Para todos los días y la letanía.

 

DIA SEXTO: Después de todo el inicio y la oración preparatoria para todos los días, orar:

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como desde l primer instante infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, así Te suplicamos humildemente por intercesión de Tu Madre Inmaculada,  nos concedas a nosotros la abundancia de estos mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos.

Rezar tres veces, Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre… Luego pedir la gracia que deseas se te conceda a través de esta novena.

A continuación se dirá la Oración Final Para todos los días y la letanía.

 

 

DIA SEPTIMO: Después de todo el inicio y la oración preparatoria para todos los días, orar:

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como diste a María, entre las demás virtudes, una pureza y castidad eximia, por la cual es llamada Virgen de las vírgenes, así te suplicamos, por intercesión de Tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que no se puede conservar sin tu gracia, pero que tantos han conservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección.

Rezar tres veces, Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre… Luego pedir la gracia que deseas se te conceda a través de esta novena.

A continuación se dirá la Oración Final Para todos los días y la letanía.

 

 

DIA OCTAVO: Después de todo el inicio y la oración preparatoria para todos los días, orar:

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas las cosas, así Te rogamos humildemente, por intercesión de Tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero a Ti Oh Dios y Señor nuestro, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro Padre, y que antes queramos perder todas las cosas que ofenderte con un solo pecado

Rezar tres veces, Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre… Luego pedir la gracia que deseas se te conceda a través de esta novena.

A continuación se dirá la Oración Final Para todos los días y la letanía.

 

 

DIA NOVENO: Después de todo el inicio y la oración preparatoria para todos los días, orar:

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como has concedido a María la gracia de ir al cielo y en el ser colocada en el primer lugar después de Ti, así Te suplicamos humildemente, por intercesión de Tu Madre Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos sacramentos, que expiremos sin mancha alguna de pecado en la conciencia y vallamos al cielo para siempre gozar en tu compañía y nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella.

Rezar tres veces, Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre… Luego pedir la gracia que deseas se te conceda a través de esta novena.

A continuación se dirá la Oración Final Para todos los días y la letanía.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DIAS.

Bendita Sea tu pureza, Y eternamente lo sea, Pues todo un Dios se recrea

En tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa Virgen sagrada María,

Te ofrezco en este día, Alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes Madre mía!

 

LETANIA A LA VIRGEN

Señor ten piedad de nosotros.                Señor ten piedad de nosotros.

Jesucristo ten piedad de nosotros.          Jesucristo ten piedad de nosotros.

Señor ten piedad de nosotros.                Señor ten piedad de nosotros.

Cristo óyenos.                                       Cristo óyenos.

Cristo escúchanos.                                Cristo escúchanos.

Dios Padre Celestial.                             Ten piedad de nosotros

Dios Hijo Redentor del mundo.               Ten piedad de nosotros.

Dios Espíritu Santo.                               Ten piedad de nosotros.

 

Santísima Trinidad que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.

D: Santa María.                           R:*  RUEGA POR NOSOTROS.

 


Santa Madre de Dios.  *

Santa Virgen de las vírgenes. *

Madre de Jesucristo.*

Madre de la divina gracia. *

Madre purísima. *

Madre castísima. *

Madre  virgen. *

Madre inmaculada. *

Madre amable. *

Madre admirable. *

Madre del buen consejo. *

Madre del Creador. *

Madre del Salvador. *

Virgen prudentísima. *

Virgen venerable. *

Virgen laudable. *

Virgen poderosa. *

Virgen Misericordiosa. *

Virgen Fiel. *

Espejo de justicia. *

Trono de la sabiduría. *

Causa de nuestra alegría. *

Vaso espiritual de elección. *

Vaso honorable. *

Vaso insigne de devoción. *

Rosa mística. *

Torre de David. *

Torre de marfil. *

Casa de oro. *

Arca de la alianza. *

Puerta del cielo. *

Estrella de la mañana. *

Salud de los enfermos. *

Refugio de los pecadores. *

Consuelo de los afligidos. *

Auxilio de los cristianos. *

Reina de los ángeles. *

Reina de los patriarcas. *

Reina de los profetas. *

Reina de los apóstoles. *

Reina de los mártires. *

Reina de los confesores. *

Reina de las vírgenes. *

Reina de todos los santos. *

Reina concebida sin la culpa original. *

Reina elevada al cielo. *

Reina del Santísimo Rosario. *

Reina de la paz. *

Reina de México. *


 

Todos:

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.           ¡Perdónanos Señor!

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.           ¡Óyenos Señor!

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.   ¡Ten piedad y misericordia de nosotros!

 

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.

 

Para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro señor Jesucristo. Amén.

 

Te rogamos señor Dios que nos concedas gozar de continua salud de alma y cuerpo; y que por la intercesión de la siempre gloriosa Virgen María, seamos libres de las tristezas de esta vida y gocemos de las eternas alegrías del cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 
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